La directora de la Escuela de Arquitectura de la UAH, ‘Targha d’Oro’ de la Unione Italiana per il Disegno

Pilar Chías valora en esta entrevista este nuevo reconocimiento personal y también hacia la Escuela de Arquitectura de la UAH y habla de las potencialidades de este centro formativo, joven e innovador.

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Pilar Chías.

 -¿Qué ha supuesto para usted la Targha d´Oro (medalla de oro) de la Unione Italiana per il Disegno entidad tan reconocida en Italia?

-Desde el punto de vista personal supone una gran satisfacción, un gran orgullo. Es, por supuesto, una alegría inmensa. Recuerdo las palabras de Roland Barthes quien en su ingreso en el Collège de France en París, en 1977, dijo que era ‘una alegría más que un honor, porque el honor puede ser inmerecido, pero la alegría no lo es jamás’.
La Targa d´Oro de la UID reconoce, de modo expreso, los méritos de la investigación, de la docencia y el compromiso con el área a nivel internacional de los profesores de la Rappresentazione. Concretamente, en mi caso, en la laudatio se decía que ‘esta distinción es el reconocimiento a una carrera académica ejemplar, con méritos extraordinarios, entre los docentes del área de representación gráfica’..

-Esta medalla también es un premio a la labor que está llevando a cabo la Escuela de Arquitectura en diferentes ámbitos, como el diseño gráfico o la innovación educativa…
-Se trata de una Escuela joven, pero la labor entusiasta desarrollada por todos los que trabajamos en ella ha merecido el reconocimiento nacional e internacional en concursos ganados por nuestros estudiantes y profesores en un número incluso superior al de otras Escuelas con mayor recorrido histórico.
La Targha reconoce también esta labor, destacando que ‘Pilar Chías, a lo largo de sus más de diez años al frente de la dirección de la joven Escuela de Arquitectura de la Universidad de Alcalá, la ha convertido en una realidad emergente, entre las más interesantes y atractivas en el ámbito de la innovación educativa y en lo relativo al papel de la disciplina del ‘disegno’’.
Nuestra universidad potencia el aspecto de la innovación docente. Hemos impulsado el desarrollo de varios proyectos sobre el uso de nuevas plataformas, buscando por una parte la semipresencialidad -que no es posible en todas las asignaturas-, y también la doble titulación con otros países. Este proyecto está en marcha y tenemos otros que se están desarrollando en la vía de las dobles titulaciones y de la docencia en inglés.

-Usted ha fomentado unas relaciones muy estrechas con esta institución y también con otros ámbitos de docencia en Italia. Siempre es importante este tipo de alianzas ¿no?
-La colaboración con otras instituciones, universidades y centros de investigación es esencial, y en esta línea hemos contribuido a crear una importante red científica y docente internacional propiciando, desde hace más de quince años, unas relaciones muy estrechas y fructíferas con nuestros colegas extranjeros, especialmente italianos: participo habitualmente en tribunales de tesis, en tribunales para plazas de profesorado y en proyectos de investigación conjuntos.
En el año 2016, coincidiendo con la celebración en nuestra Escuela del 16º Congreso Internacional EGA, publiqué un libro que recogía los avances, las innovaciones y la experiencia investigadora de los últimos treinta años en el ámbito de la Expresión Gráfica, titulado ‘Dibujo y arquitectura. 1986-2016, treinta años de investigación / Disegno e architettura. 1986-2016, trent’anni di ricerca / Drawing and Architecture. 1986-2016, Thirty Years of Research’ coeditado por la Universidad de Alcalá y la Università degli Studi di Salerno. El estímulo de estas relaciones se reconocía entre los méritos que me hacían merecedora de esta distinción.

-¿Cómo ve el diseño, la arquitectura en general, en este momento de cambio?
-Los contenidos de nuestra docencia han de adecuarse a la situación actual e intentar adelantarse al futuro. Tenemos ante nosotros retos de primera magnitud como la sostenibilidad, la eficiencia energética, el desarrollo de nuevos materiales, la rehabilitación y puesta al día del patrimonio edificado, el bienestar de los ciudadanos y, muy importante, la dignidad de la vivienda de todas las personas y en todos los lugares.
En este sentido, la investigación es un elemento determinante, en el que la arquitectura ha de implicarse más a fondo. Nuestra Escuela desarrolla una labor destacada. Yo misma he dirigido -y dirijo actualmente- como investigadora principal, varios proyectos de excelencia financiados con Fondos FEDER y otras ayudas en investigaciones que inciden en los objetivos fijados por Europa en el Programa Horizonte 2020. Así mismo, pertenezco a Agencias nacionales e internacionales de evaluación de la investigación y de la calidad de la docencia, y participo en Comités científicos de revistas y de editoriales de prestigio, relacionados con este ámbito.
Recientemente, con el título ‘Investigación, Arquitectura y Patrimonio. La vida secreta de los edificios’ se ha celebrado con gran éxito en nuestra Escuela la Noche Europea de los Investigadores, que constituye una ocasión excepcional porque brinda la posibilidad de ofrecer un panorama amplio e integrado de las investigaciones que desarrollamos desde la Universidad de Alcalá en el campo de la arquitectura, la ciudad, el territorio y el paisaje, y nos permite mostrar nuestra gran capacidad de transferencia del conocimiento a la sociedad; y nos facilita, además, transmitir la pasión con la que abordamos las diferentes investigaciones.
No podemos olvidar nunca que nuestra labor tiene un componente moral muy destacado al servicio de la sociedad; una cualidad distintiva de nuestra profesión es la de participar directamente en la mejora de las condiciones de vida de nuestros conciudadanos, de su dignidad en el más amplio sentido.
Estoy convencida de que el interés, el rigor y el afán de saber guían y forman a un buen arquitecto, a un buen investigador.

 

Publicado en: Entrevista