Julia Barella: 'La claridad y la brevedad son las cualidades que más destaco en un comunicador'

Julia es la directora de la Escuela de Escritura de la Universidad de Alcalá, creada en 2006, y que ofrece talleres presenciales y online de escritura creativa, corrección lingüística y redacción, incentivando así el buen uso de la lengua. Además, desde la Escuela se resuelve cualquier duda que surja con el lenguaje: léxico, ortografía, etc.

- ¿Quién puede acceder a los talleres de escritura de la Escuela?

Nuestros cursos están abiertos a toda la comunidad universitaria: alumnado, PDI y PAS. También, pueden acceder los antiguos alumnos y todas las personas interesadas por los temas que se ofrece, aunque no estén vinculadas a la Universidad de Alcalá. No solo tenemos alumnos de la UAH, también de otras universidades españolas y latinoamericanas, además de interesados de múltiples nacionalidades.

- ¿Qué perfil de la comunidad universitaria es el que más los demanda?

Los cursos relacionados con la escritura académica o la corrección lingüística tienen más demanda entre alumnos que van a realizar próximamente su Trabajo Fin de Grado, Trabajo Fin de Máster o tesis. Precisamente, este cuatrimestre, hemos impartido un curso en colaboración con la Escuela de Doctorado orientado a la escritura de tesis. Con respecto a los cursos de escritura creativa, el perfil de los participantes es más diverso, pero todos tienen en común el gusto por la literatura y el objetivo de desarrollar su creatividad, especialmente en el campo de la narrativa.

- Debido a la situación de la pandemia actual, muchos investigadores y científicos han aparecido en los medios de comunicación ofreciendo información al respecto. En general, ¿cuáles son las dificultades que tienen estos perfiles a la hora de comunicar y/o escribir textos que no son científicos?

La mayoría de nuestros científicos, investigadores y profesores especialistas en tal o cual materia suelen comunicar sus hallazgos en congresos, reuniones, seminarios o clases, en general, ante un público ya iniciado en su campo. Son varias las dificultades con las que se encuentran a la hora de transmitir la información ante un público no experto. Ahora bien, no debemos olvidar que el objetivo es siempre que la información llegue a esos oyentes o lectores, bien sea en un congreso internacional bien en la radio, prensa, televisión, etc. En estos días, muchos de nosotros dudamos de que este objetivo sea prioritario, por ejemplo, en muchos políticos. El lenguaje de los políticos tiene sus propias reglas y este tema nos llevaría por otros vericuetos que no vienen al caso.

La dificultad más importante para todos nosotros es la de encontrar un lenguaje comprensible, lejos de los tecnicismos, de las perífrasis, ambigüedades y circunloquios. Recuerdo, por poner un ejemplo, en no sé qué reforma de la educación, que un grupo de pedagogos decidió llamar al recreo ‘segmento de ocio’, provocando el hazmerreír de todos. En fin, nuestros esfuerzos deben ir dirigidos a que el mensaje sea lo más claro y lo más breve o conciso posible. La claridad y la brevedad son las cualidades que más destaco en un comunicador. Quizá, entre nosotros, haya demasiados investigadores a los que les cueste mucho salir de sus tecnicismos, por miedo a caer en imprecisiones, pero nuestro lenguaje es muy rico, también en sinónimos, por eso insisto en que el objetivo está en que nos comprendan, no en lucir nuestras dotes de oradores, nuestro conocimiento de la terminología científica ni nuestra capacidad de adornar el discurso.

- ¿Qué técnicas o talleres recomienda para mejorar estas dificultades?

En nuestros cursos, muchas veces compartimos una frase atribuida a Albert Einstein ‘no entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela’. Con esto, queremos recalcar, en primer lugar, la necesidad de tener siempre presente las características de nuestro público objetivo y, en segundo lugar, el modo de adaptar nuestro mensaje a este. Partiendo de este propósito, en nuestros talleres enseñamos las herramientas adecuadas para que la persona vaya conociendo y reconociendo los muchos recursos que tiene nuestra lengua; tratamos de dar herramientas escritas y orales que faciliten la trasmisión a los demás de nuestros pensamientos, sentimientos o hallazgos en tal o cual campo.

Todo esto lo tenemos en cuenta en algunos de los últimos cursos que hemos desarrollado, como en 'Técnicas para redactar y corregir tus textos en el ámbito profesional y académico', con Francisco Rodríguez y Pilar Valero; en el taller 'Cómo comunicar en público resultados de investigaciones y trabajos académicos', con José Miguel A. Jáuregui, o el curso online 'Estrategias para mejorar tu redacción', con Zaida Núñez.

- En la web de la Escuela de Escritura existe un apartado para enviar dudas lingüísticas, ¿cuáles son las dudas más comunes? ¿y las más curiosas?

Recibimos dudas de todo tipo. Las más comunes suelen estar relacionadas con la ortografía, la ortotipografía o la sintaxis, pero también hay dudas sobre léxico o etimología. En concreto, nos llegan muchas preguntas relacionadas con el uso de la coma y del punto y la coma, o con el lenguaje inclusivo. Entre las últimas que hemos recibido está la diferencia entre 'actitud' o 'aptitud', si es correcto escribir 'los Borbón' o 'los Borbones' o cómo se escriben las siglas. Como se puede apreciar, hay mucha variedad. Después, estas dudas nos sirven de inspiración para crear cuestionarios o imágenes explicativas que vamos publicando en nuestras redes sociales.

Además de dar respuesta a estas dudas, ofrecemos enlaces o recursos para que las personas que nos escriben puedan profundizar en ello o resolver sus futuras dudas de manera autónoma.
Entre las consultas curiosas que nos han llegado, recuerdo la que recibimos de una empresa funeraria, en la que nos pedían que justificáramos ante unos clientes los cambios que ellos habían hecho a la redacción de un epitafio y de una esquela; parece ser que los familiares defendían otro texto en el que ellos veían faltas de ortografías; y tenían razón.

- Por último, ¿podría contarnos alguna anécdota divertida que haya sucedido por un error lingüístico en la UAH?

Puede resultar divertido cuando nos mandan una duda explicándonos que esta ha conllevado una discusión familiar y nos piden que les digamos quién tiene la razón. También es muy gracioso ver la cara que ponen nuestros alumnos cuando descubren algunas de las últimas recomendaciones de la RAE, por ejemplo, el no tildar 'solo' o 'guion'. Algunos se enfadan o se crean debates muy apasionados en clase. 

Publicado en: Entrevista