Investigadores de la UAH desarrollan el sistema de teleasistencia LARES para la detección inteligente de emergencias en el hogar

Con el uso de la robótica y sensores conectados, puede ayudar a garantizar la seguridad de las personas mayores o con algún nivel de dependencia

laresden
El robot de LARES.

El grupo de Sistemas Inteligentes de la UAH es el promotor de este proyecto que propone, mediante sensores repartidos por toda la casa y un robot, un modelo de teleasistencia cómodo, en el que la persona no tiene que interactuar con el sistema, ya que es el propio sistema el que detecta las emergencias y contacta con los servicios asistenciales necesarios.

En esta entrevista explica el proyecto la coordinadora del grupo de investigación GSI, María Dolores Rodríguez Moreno.

-¿Cómo surge el proyecto LARES?

-LARES surge para poner al servicio de la sociedad la investigación en Inteligencia Artificial y Robótica del grupo GSI de la UAH,  gracias a la financiación de la Agencia Espacial Europea (ESA), La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Iniciativa de Empleo Juvenil del Fondo Social Europeo.  Para garantizar la calidad de vida de las personas dependientes se requiere de cuidadores, ya sean profesionales o familiares. El día a día de estas personas que lidian con la dependencia puede tener impactos negativos en la calidad de vida, que en los peores casos puede llegar a causar estrés crónico, existiendo un trastorno conocido como ‘Síndrome del Cuidador’. GSI quiere aportar soluciones a esta situación mediante la teleasistencia inteligente.

-¿Cómo funciona el sistema de sensores?
-LARES se compone de una red de sensores conectados inalámbricamente y distribuidos por las habitaciones del hogar. Estos sensores monitorizan datos como la temperatura, humedad, luminosidad o presencia de personas en cada habitación del hogar y envían los datos al robot autónomo. Este robot integra algoritmos de Machine Learning capaces de aprender los patrones de comportamiento de la persona dependiente usando la información recopilada de los sensores, y, en caso de detectar anomalías, el robot puede desplazarse autónomamente hasta la habitación en la que se haya detectado la emergencia, gracias a técnicas de Inteligencia Artificial. En este punto los servicios de asistencia pueden controlar el robot y establecer una conexión de video y audio bidireccional a través de Internet, facilitando la evaluación de la situación en tiempo real. Gracias a este funcionamiento, el sistema LARES puede responder de forma más efectiva y eficiente a emergencias en el hogar de personas dependientes sin que ésta tenga que realizar acción alguna. Además, poder observar en tiempo real la situación en el hogar permite que los servicios de asistencia movilicen a los servicios de emergencia en caso necesario, reduciendo el tiempo de respuesta, el estrés de los familiares y cuidadores y, como objetivo principal, mejorar la autonomía de las personas dependientes en su hogar.

-¿Se está probando?
-Se ha desplegado en dos casas que brindaban servicios de teleasistencia a dos personas mayores dependientes con diferentes perfiles y necesidades. El primer caso de estudio es un hombre de 75 años con necesidades de supervisión que vive solo. Le gusta la tecnología y usualmente usa computadoras. Sufre una enfermedad que afecta su sistema motor, haciéndolo altamente vulnerable a las caídas. La enfermedad también afecta sus habilidades cognitivas y de comunicación. Vive en un piso pequeño con acceso a Internet. El segundo caso de estudio es una mujer de 86 años que vive con un cuidador profesional. A ella no le gusta la tecnología y nunca ha usado computadoras o teléfonos celulares. Ella sufre la enfermedad de Alzheimer en la fase VI (de las fases VII) y requiere supervisión y ayuda continuas.

-¿Qué ventajas tiene este sistema con respecto a otros sistemas existentes, como la ‘medallita’ de la teleasistencia, que es uno de los más generalizados?
-En su esquema básico, la medallita de la teleasistencia consiste en un aparato telefónico con altavoz conectado con un botón de alarma que el dependiente utiliza en forma de collar para poder contactar con los servicios de emergencia desde cualquier punto de su hogar. El problema es que los dependientes son reacios a utilizar el collar, en parte por rechazo psicológico -al percibirse como un estigma que visualiza su dependencia-, o por olvido, por la propia acción de algunas enfermedades como el Alzheimer. Por todo ello, este tipo de sistemas de dependencia activos no son tan fiables como sería deseable. En cambio, LARES propone, mediante sensores distribuidos por el hogar y robótica inteligente, un modelo de teleasistencia en la que la persona dependiente no tiene que interactuar con el sistema, es el propio sistema el que detecta las emergencias y contacta con los servicios de asistencia.

 

Publicado en: Entrevista