Elena Mañas.

-Imaginamos que contenta con esta nueva responsabilidad, profesora Mañas…
Muy ilusionada y, desde luego, concienciada del gran reto que supone; hay mucho que agradecer y aprender de los que nos han precedido en esta área. Tenemos mucho trabajo por delante para movilizar a la comunidad universitaria y aprovechar el enorme potencial que tiene nuestra Universidad como agente transformador del entorno y promotor de la sostenibilidad social, ambiental y económica; en definitiva, del desarrollo sostenible que persigue la Agenda 2030.

-¿Qué nota le pone a la acción e implicación del voluntariado en nuestra universidad?
-Creo que hay un alto nivel de sensibilización en todos los colectivos que conformamos la comunidad universitaria, aunque una escasa conciencia de todo lo que se puede hacer desde y a través de la propia Universidad: conocer mejor las necesidades más acuciantes del entorno, formarse en voluntariado y/o pasar a la acción voluntaria.
Desde el Área de Voluntariado de la UAH trabajamos, para ello, en 4  grandes frentes. Por un lado, en materia de sensibilización sobre derechos humanos, agendas internacionales y hábitos sostenibles. Por otro lado, en formación en voluntariado, para contribuir a que el alumnado de la UAH adquiera conocimientos y herramientas para el desarrollo de acciones voluntarias. Además, también nos ocupamos de la incorporación de estudiantes de la UAH a programas de voluntariado, tanto de ámbito local como nacional e internacional. Creemos que este aspecto es muy importante como parte de la educación en valores y el desarrollo de competencias complementarias a su formación de grado, máster o doctorado. Por último, desarrollamos y coordinamos proyectos que sirven de soporte para el cumplimiento de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con un enfoque integrador, multidisciplinar y multi-actor.
Sin embargo, la sensación es que no se conoce suficientemente que existen estos frentes de trabajo y que cualquier miembro de la comunidad universitaria y, en particular los estudiantes de cualquier facultad o disciplina, pueden participar activamente y de forma continuada en ellos.

-¿Cuáles son los objetivos que se plantea en la dirección?
-Los objetivos del área de voluntariado están en línea con el modelo de Universidad que pretender ser la UAH, según lo que se manifiesta en su misión, visión y valores. Me refiero en particular a la idea de ser una Universidad ‘comprometida con la sociedad, integrada y abierta al mundo’, que contribuye al avance del conocimiento y a la formación de los ciudadanos mediante una docencia de calidad, la excelencia en la investigación y ‘el fomento de actitudes éticas y responsables’.  
Así, yo diría que nuestra principal misión es contribuir, desde las distintas tareas que se realizan en voluntariado, a esa formación integral de los estudiantes de la UAH. Fomentando su capacidad de transformar el entorno para hacerlo más sostenible, potenciando, en su capacitación personal y profesional, las actitudes éticas y responsables, el compromiso social y ambiental, así como las competencias y habilidades necesarias para enfrentar situaciones reales complejas y buscar soluciones creativas y solidarias.
Estamos convencidos de que la sociedad está demandando, y demandará cada vez más, profesionales y líderes que sean capaces de transformar el entorno que les rodea para hacerlo más próspero, justo, solidario y cohesionado, en definitiva, más sostenible. A estos profesionales y líderes del futuro no les basta con haber adquirido unas excelentes habilidades técnicas. La capacidad de comprometerse con la comunidad y con el entorno, de desenvolverse en situaciones complejas, cambiantes y hostiles; de actuar con principios éticos y responsables, se convierten en elementos clave del valor personal y profesional de los egresados universitarios, que pueden, y deben, cultivarse desde las propias instituciones de educación superior. Esta es, por tanto, una de las vías más potentes que tenemos las universidades para contribuir al logro de los ODS, a la vez que fortalece la empleabilidad de nuestros egresados a escala global.
Lo que también tenemos muy claro es que para avanzar en este objetivo tenemos que colaborar muy estrechamente con todas las unidades y áreas que conforman el Vicerrectorado de Políticas de Responsabilidad Social y Extensión Universitaria y con los otros Vicerrectorados de nuestra Universidad, así como con numerosos agentes externos, locales, nacionales e internacionales.

-¿Qué proyectos se están desarrollando ahora?
-Varias iniciativas y muy diversas: para empezar, el proyecto ‘No dejes a nadie atrás: comprometidos con el Refugio y los ODS en la Universidad’, promovido desde el Comité español de ACNUR, que comienza en este mes de febrero y cuenta con una exposición interactiva y unas jornadas y talleres abiertos a la participación estudiantil y de la comunidad universitaria en general. En el ámbito educativo estamos desarrollando ‘Aulas Inclusivas’, una experiencia piloto de innovación pedagógica y atención a la diversidad en el aula, coordinado por la Federación Down Castilla La Mancha,  y la iniciativa ‘De la Escuela inclusiva a la Universidad comprometida’, en la que estudiantes y profesores de la UAH apoyan de manera integral el modelo formativo innovador que se impulsa en el CEIP Núñez de Arenas de Madrid. Y, por último, nuestra inclusión en la red internacional de universidades Join Together, una iniciativa de las Naciones Unidas que tiene como objetivo el fomento de los ODS, en concreto del objetivo 16 de promover ‘sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles’.

-Y para terminar, ¿por qué realizar un voluntariado? ¿Cuál es el mensaje para la comunidad universitaria en este sentido?
-Cada individuo vive su experiencia en voluntariado de una forma diferente, pero si hay algo en lo que todos coinciden es que te transforma como persona, te hace ver el mundo y tu papel en él de otra forma. En definitiva, te hacer madurar y ampliar horizontes. Ayuda a tomar conciencia de la capacidad de ser útiles, de aportar a la sociedad y de lo mucho que se recibe de la propia acción voluntaria. Pero no solo te mejora a nivel personal sino también profesional. Poner en valor los conocimientos y competencia técnicas que se han adquirido a través del currículo académico, para responder a través de la acción voluntaria a algunos de los retos más acuciantes que se nos plantean en la práctica, para mejorar la realidad en la que viven las personas más vulnerables, aporta otras competencias y habilidades y desarrolla actitudes y valores que son cada vez más apreciados por los empleadores.

Publicado en: Entrevista