El profesor de la UAH, David Valle Rodríguez, nuevo director general de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid

Graduado en Administración y Dirección de Empresas y profesor asociado de la Universidad de Alcalá en el área de Organización de Empresas, el director gerente de Metalúrgica Madrileña empieza una nueva etapa en la gestión política.

 

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David Valle.

Ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Madrid, David Valle tuvo el impulso de completar su formación en el ámbito de la administración y dirección de empresas y lo hizo en la Universidad de Alcalá, donde ya daba sus primeros pasos en Metalúrgica Madrileña, una de las empresas más antiguas de Alcalá de Henares y también una de las más internacionalizadas. Ahí comenzó desde abajo como jefe de mantenimiento y ha llegado al puesto que ocupa en la actualidad en la dirección de la gerencia, que abandona ahora, junto al resto de sus responsabilidades docentes y políticas (es también concejal del Ayuntamiento de Alcalá dentro del grupo municipal de Ciudadanos), para asumir una nueva responsabilidad, ya que acaba de ser nombrado director general de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid.

En esta entrevista, el profesor asociado de la UAH habla de su trayectoria y de los nuevos retos que afrontará en los próximos años

-Ha sido estudiante y es profesor de la UAH, ¿cómo ve nuestra Universidad?
-La verdad es que me encanta la docencia. Compartir las clases con los estudiantes es muy positivo, porque te obliga a investigar, a formarte en otros temas diferentes a los que abordo en el día a día en la empresa en la que trabajo y te da una visión del mundo más amplia. En nuestras aulas hay muchos estudiantes extranjeros, y eso es igualmente muy enriquecedor. Además, las experiencias y la formación que yo recibo en mi faceta de docente me ayudan para mejorar la gestión en Metalúrgica Madrileña, una empresa que exporta más del 80% de su producción, y mi experiencia en la empresa me permite mejorar la formación que doy a los alumnos.
Y a nivel general creo que esta Universidad cuenta con un equipo de profesores implicados, con un gran interés y una gran capacidad de sacar adelante proyectos de formación. Yo solo puedo decir cosas positivas del equipo directivo del departamento, sobre todo de Maite del Val, que ha sido un gran apoyo y un gran referente para mí.

-Usted también tiene una faceta política, ¿qué le atrae de la política?
-Pues aunque suene a tópico, para mí lo más importante de la política es la posibilidad de aportar mi conocimiento y mi experiencia al interés general. Pero reconozco que mi experiencia como edil también me ha proporcionado personalmente muchas cosas: no es lo mismo vivir la administración desde fuera que desde dentro, porque la realidad es que la gran mayoría de las personas que se dedican al sector público son personas interesadas en hacer bien las cosas y en que eso repercuta en el bien común. Es cierto que hay que mejorar algunos aspectos, pero la verdad es que me marcho con mucha satisfacción por el trabajo hecho y compartido.

-Y una faceta social… Es uno de los fundadores de una ONG, ‘Hermana África’
-Lo cierto es que es el proyecto del que me siento más orgulloso, de todos los que he emprendido. Hermana África tiene como objetivos contribuir al trabajo que realiza la comunidad salesiana en Freetown (Sierra Leona) para atender a niñas que están siendo agredidas física o sexualmente, o que se ven forzadas a la prostitución, pero también queremos transmitir a nuestra sociedad los valores y la riqueza cultural y social de África. Es una asociación muy reciente, pero es un camino que queremos explorar y de hecho ya ha colaborado con nosotros el área de Extensión Cultural de la Universidad, con exposiciones, conciertos y otro tipo de eventos.

-Lo cierto es que su CV es muy completo…
-Mi trayectoria tiene distintas facetas, sí, pero ninguna es un compartimento estanco. Unas enriquecen y se alimentan de las otras y creo que todas me serán útiles en la nueva etapa que empiezo.

-Efectivamente, emprende una nueva etapa que supone dejar el resto de las cosas atrás…En realidad, es un gran sacrificio…
-La verdad es que me encantaría continuar, si es posible, con la actividad docente y tampoco voy a dejar la asociación ‘Hermana África’. Pero el resto de las cosas, sí, las tengo que dejar atrás. Lo cierto es que se trata de un proyecto muy ilusionante, porque desarrollar la política industrial y energética en una comunidad como la nuestra, que es un referente industrial, es todo un reto. Desde mi punto de vista, en los últimos años, debido a la crisis, se han ido perdiendo empresas, pero creo que en la Comunidad de Madrid el ámbito industrial tiene capacidad de crear empresas con proyectos a largo plazo, mejores remuneraciones, con más capacidad para exportar. En definitiva, creo que se puede crear valor añadido y se pueden desarrollar proyectos interesantes, tanto en el sector de la industria como en el de la energía. Estamos en una situación de grave crisis medioambiental y tener una conciencia de avanzar hacia una economía más sostenible desde el punto de vista energético es básico. Y en el campo de la minería también hay que garantizar el empleo y la seguridad.
No parto desde cero, parto del gran trabajo realizado por mis predecesores, y voy a seguir trabajando con ilusión.

-El concepto tradicional de industria ha cambiado mucho en la era de las nuevas tecnologías…
-Ha cambiado mucho no solo en el ámbito de la producción, también en el de la gestión. El trabajo en red, la colaboración entre empresas, las sinergias entre sectores… Estamos asistiendo a cambios tecnológicos, por otra parte, que son disruptivos, que suponen una amenaza y una oportunidad. Tenemos que detectar nuestras debilidades y nuestras fortalezas, que las tenemos en la Comunidad, en el propio Corredor del Henares, y poner en marcha proyectos con nuevos modelos de producción y de gestión.

-Un mensaje para los estudiantes de la UAH desde su experiencia
-Hay que luchar por cumplir nuestros sueños. Yo me siento afortunado de haber podido cumplir casi todos mis sueños. Lo más importante es elegir algo que te guste y que se entreguen a ello con pasión. Creo que no hay que especular sobre si algo tiene más o menos salidas profesionales, hay que apostar por lo que nos apasiona. Y eso sí, tener la capacidad de detectar cuáles son nuestras carencias para cumplir nuestras metas, y tratar de paliarlas, de completarlas.
Y, por otro lado, a veces no hay que esperar a que el trabajo nos llegue, hay que buscar alternativas, hay que emprender. La primera inversión del emprendimiento son las zapatillas: moverse, informarse, contactar con organismos y personas que puedan asesorarnos. Y, si tropiezan, que se levanten y sigan hacia adelante, porque siempre hay futuro.

 

 

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