‘El grupo sanguíneo A se asocia con un 50% más de riesgo de necesitar apoyo respiratorio en caso de infección por COVID-19, mientras que el grupo sanguíneo O ejerce un efecto protector’

Agustín Albillos, catedrático de Medicina de la Universidad de Alcalá y jefe de servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, ha participado en una investigación internacional para saber por qué algunas personas desarrollan más severamente la enfermedad COVID-19. La respuesta puede estar en los genes.

- ¿En qué ha consistido vuestra investigación? ¿Quiénes habéis participado?

Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de diferentes hospitales de España: Ramón y Cajal, Donosti, Valle de Hebrón, Virgen del Rocío y Clinic, y colegas italianos de la región norte de Lombardía, que ha sido el epicentro de la pandemia en Europa, iniciaron en Italia y España, entre marzo y abril, un proyecto colaborativo coordinado por expertos genetistas de Noruega y Alemania para determinar si existe una predisposición génica que aumente el riesgo de enfermedad grave con fallo pulmonar en la infección por COVID-19. Así, en apenas 3 semanas, se aprobó el proyecto por los comités éticos de las instituciones españolas e italianas participantes y se recogieron muestras de sangre de 1.610 pacientes con infección por COVID-19, muchos de los cuales necesitaban soporte respiratorio artificial. Se extrajo ADN de las muestras de sangre para estudiar en el laboratorio de Kiel (Alemania) cerca de 9 millones de variantes genéticas. Para ello se contó con expertos genetistas y bioinformáticos, así como con la rápida donación económica de filántropos noruegos. Tras un gran esfuerzo por parte de todos los investigadores participantes, se dispuso en menos de 2 meses de toda la información necesaria para evaluar los resultados y compararlos con un grupo control de 2.205 donantes sanos.

- ¿Cuáles han sido los resultados?

Se identificó una mayor frecuencia de 26 variantes genéticas en los pacientes afectados por insuficiencia respiratoria en comparación con el grupo control no infectado, y 2 de ellas en particular localizadas en los cromosomas 3 (rs11385942) y 9 (rs657152) mostraron una potente asociación con la gravedad.

Agustin Albillos
Agustín Albillos, catedrático de Medicina de la UAH, ha participado en esta investigación internacional

- ¿Qué variedades genéticas son las que se asocian a un desarrollo más severo de la COVID-19?

La variante genética del cromosoma 3 abarca una región de regulación de 6 genes (SLC6A20, LZTFL1, CCR9, FYCO1, CXCR6 y XCR1) que pueden tener funciones relevantes en la gravedad de la infección por COVID-19. Aunque todavía es prematuro saber cuál de estos genes podría influenciar el curso de la infección, es bien sabido que el coronavirus se une a la proteína ACE2 en la superficie de las células para entrar en ellas. Entre dichos 6 genes está el gen SLC6A20 que codifica para una proteína, transportador de prolina, que interacciona con ACE2 y la estabiliza, así como otros genes relacionados con la respuesta inmunológica inflamatoria, como CXCR6 (promueve el activación inmunológica de linfocitos T memoria en los pulmones en respuesta a diversos patógenos, incluyendo el virus de la gripe). Merece la pena resaltar que esta variante genética en homocigosis se presentó con una mayor frecuencia en personas más jóvenes, con una media de 59 años, en comparación con heterocigosis/wild type que tenían de media 66 años, lo que podría explicar, al menos en parte, la gravedad de ciertos casos en personas jóvenes.

Por otro lado, la variante genética identificada en el cromosoma 9 afecta al gen que determina el grupo sanguíneo ABO. En este sentido, los datos mostraron que tener el grupo sanguíneo A se asocia con un 50% más de riesgo de necesidad de apoyo respiratorio en caso de infección por el coronavirus. Por el contrario, poseer el grupo sanguíneo O confiere un 35% menos de riesgo de desarrollar una insuficiencia respiratoria, por lo que ejerce un efecto protector.

Además, la frecuencia de ambas variantes genéticas en los cromosomas 3 y 9 es significativamente mayor en los pacientes que necesitaron ventilación mecánica frente a aquellos en los que únicamente se administró oxigenoterapia, asociación que fue independiente de la edad y sexo de los pacientes. Por lo tanto, la presencia de estas variantes genéticas predispone al desarrollo de formas graves de insuficiencia pulmonar durante la infección por SARS-CoV-2.

- ¿De qué forma puede un ciudadano conocer estas variedades genéticas? ¿Sería válido sólo sabiendo el grupo sanguíneo?

Investigaciones previas habían indicado que factores como la edad y enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión, así como la obesidad, aumentan el riesgo a desarrollar casos graves de COVID-19. Sin embargo, este estudio demuestra la posibilidad de identificar personas más vulnerables al desarrollo de insuficiencia pulmonar por el coronavirus según sus características genéticas, lo que posibilita identificar grupos de riesgo que necesiten una protección especial y diseñar tratamientos personalizados, pero todavía es prematuro establecer grupos de riesgo específicos por estos resultados. 

Publicado en: Entrevista