El AlumniUAH, Ismael Ahamdanech Zarco, obtiene el I Certamen de novela 'Martín Fierro' de Denuncia Social

Ismael Ahamdanech Zarco, que se licenció y doctoró en Economía en la Universidad de Alcalá, trabaja como consultor de organismos internacionales. Tiene dos novelas editadas, Garnacha y Uclés y, próximamente, editará la tercera, Los últimos hijos de Príamo, novela ganadora en el I Certamen 'Martin Fierro' de Denuncia Social convocado por la editorial Distrito 93.

-Enhorabuena por el premio. ¿Qué supone que gracias a este premio tu libro vea la luz?

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Ismael Ahamdanech Zarco

Muchas gracias. Es una alegría muy grande, sobre todo porque es un reconocimiento al trabajo que he puesto en la novela. Además, cuando uno escribe acaba cogiéndole cariño a los personajes y es una satisfacción que salgan a encontrarse con los lectores.

-No es fácil editar o que te editen, ¿no? De hecho, para uno de tus anteriores libros recurriste al micromecenazgo o crowdfunding.

La verdad es que no es nada fácil publicar. Pero, al final, con trabajo y paciencia las cosas acaban saliendo. Sí, publiqué un libro con crowdfunding, que es una posibilidad más a tener en cuenta para publicar.

-Los últimos hijos de Príamo ha sido la novela ganadora de un premio de denuncia social, ¿de qué trata?

Es una historia algo dura, pero con esperanza. Comienza con la muerte de un jubilado, no queda muy claro si por suicidio o por un homicidio. Su hija, que no tenía mucha relación con él, comienza a investigar qué le pudo pasar a su padre y descubre a un hombre al que no conocía. A partir de ahí… ¡a leer!

-Siempre quisiste estudiar Económicas, ¿por qué?

La verdad es que mi primera opción era estudiar Historia. Pero evalué las opciones y pensé que, por las salidas que podría tener, era mejor estudiar Económicas. En casa éramos tres estudiantes y había que ayudar en cuanto fuese posible, así que opté por hacer Económicas. Después no me arrepentí, porque la verdad es que disfruté mucho estudiando Economía.

-¿Qué recuerdos tienes de tu etapa de estudiante en la UAH?

Muy buenos. Estudiar en la UAH es un lujo. Primero, por los profesores. Y después porque hacerlo en esos edificios, tan bonitos y con tanta historia, es algo único.

-¿En qué te ha ayudado profesionalmente tu paso por la universidad?

En mucho. En muchísimo. Como he dicho antes, los profesores de Económicas de la UAH son muy buenos, me ayudaron a comprender la economía, a analizarla. Y eso es tanto como decir que me ayudaron a entender mejor el mundo. Yo, a todos mis profesores, les estaré siempre muy agradecido.

-A parte de la literatura, ¿a qué te dedicas? y ¿en qué trabajas?

Trabajo como consultor para distintos organismos multilaterales, viajando por todo el mundo haciendo misiones de asistencia técnica. Por ejemplo, acabo de llegar de Nicaragua, en marzo voy a Botsuana y en abril a la India. Y el año no ha hecho más que empezar…

-¿Qué se valora para desempeñar un puesto como el tuyo?

Varias cosas. Ni que decir tiene que los idiomas son una condición sine qua non. El inglés es fundamental, pero hablar más idiomas da un plus. Por otro lado, la experiencia internacional es muy importante. Yo, por ejemplo, estuve seis años trabajando para la Comisión Europea y eso me ayudó mucho a conseguir el trabajo que tengo ahora.

-¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional?

Pues la verdad es que larga… Lo que quiere decir que ya empiezo a hacerme mayor. Trabajé como profesor ayudante en la UAH, donde me doctoré después de estudiar un año en Estados Unidos, becado por la extinta Fundación Caja Madrid. Después saqué la oposición al INE, y tras un par de años allí, me fui a la Comisión Europea. Allí permanecí seis años, en Luxemburgo, donde nació mi hijo, por cierto. Y más tarde empecé mi actual trabajo como consultor.

-¿Qué consejos podrías dar a los alumnos que estén cursando actualmente Económicas?

Que lo disfruten. Que disfruten todo, lo que pueden aprender y la vida de estudiante. Es uno de los mejores períodos de la vida (de hecho, yo creía que era el mejor hasta que fui padre). Recuerdo una frase que era el lema de un curso que hice al hace unos años: Play hard, work hard. Yo creo que es lo mejor que se le puede decir a un estudiante universitario: estudia mucho, aprende todo lo que puedas, y pásatelo lo mejor posible.

Publicado en: Entrevista