Gafas de sol: cómo, cuándo y por qué

Gafas de sol. Protegen de la luz en general, especialmente de la ultravioleta, ayudan a no forzar la vista cuando el sol deslumbra y son un elemento estético de primer orden cuando el armario de verano se renueva.

 

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Miguel A. Teus.

En esta entrevista, el catedrático de Oftalmología, Miguel Ángel Teus, habla de la conveniencia de utilizar gafas de sol.

-Profesor, ¿son realmente necesarias las gafas de sol para todo el mundo?, ¿son imprescindibles en verano?
-Las gafas de sol no son necesarias, pero son muy convenientes, en invierno y en verano, en distintas circunstancias: por un lado, para situaciones de excesiva radiación lumínica: por ejemplo, en invierno si vamos a la nieve y en verano en el mar y playa. En ambos casos hay un exceso de radiación ultravioleta que es nocivo tanto para la piel y como para los ojos, llegando al punto de que la radiación solar intensa, sobre todo la del invierno en la montaña con nieve, puede llegar a provocar una queratitis, que es una inflamación de la córnea que genera molestias serias y deja al paciente incapacitado durante 6-8 horas. Por otro lado, es conveniente el uso de las gafas de sol cuando hay una luz solar intensa, el sol está bajo, y tenemos que realizar actividades de precisión, como puede ser la conducción de vehículos o de maquinaria. Asimismo, es conveniente su uso para evitar la aparición de enfermedades en la vejez, porque una exposición prolongada, a lo largo de toda la vida, sin protección solar, se ha vinculado con enfermedades como la degeneración macular asociada al envejecimiento (DMAE) o la aparición de cataratas.

-¿Todos tenemos los mismos riesgos ante los rayos del sol? ¿Qué hay de cierto en que las personas con ojos claros deben estar más protegidas?

-Hay estudios que confirman que la enfermedad conocida como DMAE es muy poco frecuente en los sujetos de piel negra porque están más preparados para recibir la radiación solar en general, especialmente la franja azul-ultravioleta. En ese sentido, es probable que un uso adecuado de gafas de sol en situaciones de iluminación intensa prevenga enfermedades oculares a largo plazo. Pero esto último no está demostrado.
También hay que decir que la naturaleza es muy sabia y tiene su propio filtrado de luz ultravioleta, la córnea; por este motivo, cuando estamos en la nieve sin protección o miramos a alguien que está realizando una soldadura, lo que se nos inflama es la córnea, y sin embargo no se nos daña la retina. Los problemas de la retina están asociados con otro tipo de rayos lumínicos (espectro visible y los infrarrojos) que la córnea no puede filtrar. Por eso, por ejemplo, se prohíbe mirar al sol sin protección cuando se está produciendo un eclipse de sol, porque puede producirse daño agudo en la retina.

-¿Es necesario poner gafas de sol a bebés y niños pequeños?
-Yo creo que eso es un poco exagerado. El ser humano está preparado para recibir una radiación luminosa normal a lo largo de su vida sin tener problemas. Ahora bien, si protegemos a los niños la piel en la montaña, en la playa y en la piscina, también debemos protegerlos del sol. Pero una gorra con una buena visera en la playa es suficiente; en la nieve es distinto, porque la exposición a la luz es extrema, y aquí si que el uso de gafas de sol es aconsejable.

-¿Cómo tiene que ser la gafa de sol?
-Para empezar, tiene que tener la marca CE, que garantiza la homologación. Todas son un potente filtro ultravioleta y también hay varios grados de densidad de filtro de luz, que es lo que le da el mayor o menor ‘tinte’ de color al cristal. Si son para la nieve, los cristales tienen que ser muy oscuros; para conducir son más claros. La forma y el tamaño también importan: la gafa ideal en cuanto a protección debe ser curva, para cubrir el lateral del ojo, porque la exposición de luz también es lateral, y deben ser grandes, que cubran todo el ojo.

-¿Llega mucha gente a la consulta con problemas asociados a una sobreexposición solar?
-Lo que vemos en la consulta es a gente que en situaciones de alta radiación luminosa no usa gafas de sol. Sobre todo en la nieve. Y también en la ciudad a gente que se para a ver a soldadores en la calle sin gafas de sol y tiene que ir a urgencias por una queratitis.
También a pacientes con pterigión, o uña ocular, que es una degeneración carnosa que aparece en la parte del ojo más próxima a la nariz. Ocurre en la gente de campo o la gente que está sometida a exposición solar ultravioleta cerca del Ecuador. En Canarias se producen más casos de pterigión que en el resto de la Península, por ejemplo.

 

Publicado en: Entrevista