Antonio García Marcos: ‘la alianza universidad-empresa es necesaria y enriquecedora’

Es ingeniero de Telecomunicaciones, salmantino de nacimiento y un referente para los emprendedores de nuestro país. Antonio García Marcos, fundador de la empresa Teldat, ha sido el primer ingeniero de Telecomunicaciones investido con el Doctorado Honoris Causa.

honorisgarciadenEn esta entrevista repasa su trayectoria profesional y reflexiona sobre el emprendimiento en la Universidad.

-Imaginamos que contento con este reconocimiento…
-Estoy muy feliz porque soy de Salamanca y para los salmantinos la universidad es lo máximo y formar parte, gracias al Doctorado Honoris Causa, de una Universidad de tanto prestigio como la de Alcalá es muy bonito. Estoy feliz y muy agradecido.

-Este Honoris responde a su destacada trayectoria empresarial, que ha corrido en paralelo a una vinculación permanente con el ámbito universitario, porque usted combina ambas facetas…
-Mi vinculación con la Universidad ha sido permanente. Yo estudié en la Universidad Politécnica y fue profesor allí durante cuatro años. Cuando terminé esta etapa y decidí emprender mis compañeros de aventura fueron los dos mejores alumnos que tuve en la Politécnica y luego la empresa se ha nutrido siempre de colaboradores que forman parte del ámbito universitario: profesores y alumnos brillantes. Y, además, desde el primer momento, hemos llevado a cabo proyectos de investigación con distintas universidades públicas. En definitiva, nuestra relación con la universidad ha sido permanente porque creemos en la universidad española como fuente de conocimiento y de innovación. De hecho, tenemos muchos ejemplos de investigación tecnológica desarrollados al alimón con la universidad. En el caso de la Universidad de Alcalá nuestra relación también ha sido estrecha y esperamos que a partir de ahora lo sea aún más.

-Quizá en España ese binomio, universidad-empresa, aún no acaba de calar, cuando la alianza es necesaria y siempre enriquecedora
-Sin duda alguna. A las empresas, en España, en general, nos resulta muy difícil producir tecnología de base y, sin embargo, la universidad puede proporcionarnos esa innovación y es necesario que se produzcan las sinergias. Hay quien critica este tipo de alianzas, pero para nosotros, en Teldat, han sido unos proveedores de tecnología fundamentales. Es verdad que en esa alianza universidad-empresa sigue habiendo desconfianza mutua en muchos sectores. Ya en mi época había muchos corsés, porque estaba mal visto que yo, como profesor, no tuviera dedicación exclusiva a la universidad. Lo que tiene que haber en esta relación es transparencia y, luego, debe haber flexibilidad, como ocurre en las mejores universidades del mundo

-Teldat ha sabido adaptarse a los tiempos, a pesar de que estos 40 años de vigencia han sido completamente cambiantes y transformadores
-Nuestra tecnología es muy cambiante, sí. Desde que la empresa se lanza en el año 1985 hasta ahora la tecnología se ha transformado, no se parece en nada al origen, y para seguir esa carrera trepidante la universidad ha sido necesaria y muy beneficiosa.

-¿Dónde reside el éxito de Teldat?
-Bueno, creo que somos un grupo de ingenieros con poca ambición económica y mucha audacia tecnológica. En estos 40 años, cada vez que hemos visto un charco, ahí hemos chapoteado. La empresa nace a raíz de un proyecto que surge en la propia Politécnica de Madrid. Había necesidad de ligar los centros educativos de la Universidad Politécnica mediante fibra óptica y láser y nos encargaron el proyecto de investigación para analizar las perturbaciones que podría causar. A partir de ahí nos dimos cuenta que la transmisión de datos iba a más y apostamos por este sector… Luego las circunstancias nos han favorecido y ahora somos una referencia mundial gracias a la adaptación de nuestra tecnología a las nuevas necesidades que van apareciendo.

-Usted es un ejemplo de universitario y de emprendimiento, ¿qué recomendación haría a los estudiantes universitarios?
-Yo recomiendo a todos aquellos a los que le gusten las matemáticas, la física, que se acerquen a la historia de las comunicaciones en los últimos 30 años y vean todo lo que se ha hecho y, sobre todo, lo que queda por hacer, que es mucho más, que es maravilloso. Y con respecto al emprendimiento, me resulta preocupante que la imagen de emprendimiento que tenemos en nuestro país sea la de una empresa de servicios, cuando hay otros muchos y muy buenos ejemplos relacionados con otros sectores. Eso sí, el emprendimiento tiene su propia metodología y la universidad debe ser un motor que lo fomente y forme para ello de forma transversal. Creo que lo que tenemos que hacer es poner empeño y ponerse manos a la obra. Eso sí, no debemos dispersar recursos, debemos pararnos y reflexionar y generar una estrategia de país en sectores en los que podamos destacar. En nuestro sector, desde luego, está todo por hacer. Así que, hagámoslo.

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