Un curso para profundizar en el lenguaje cinematográfico



Desde comienzos de este mes se imparte en la Escuela de Escritura el curso de Escritura Cinematográfica II, que imparte José María Lozano.

En esta entrevista José María Lozano habla sobre el curso, que se prolongará todo el cuatrimestre.

Lozano acompañado de algunos alumnos.


-Háblenos de los contenidos del curso y a quién va dirigido
-El curso va dirigido a cualquier alumno, tenga o no formación cinematográfica o práctica de escritura, que sienta pasión por el cine y alguna vez haya sentido el impulso de contar una historia en imágenes. Su objetivo es que el alumno llegue con una idea expresada en un par de frases y al terminar el curso tenga o esté en vías de desarrollar un guión de largometraje en 120 páginas. El profesor suministrará para ello los instrumentos básicos para lograrlo: un conocimiento de las herramientas básicas de la narración en imágenes, el análisis de películas o fragmentos de películas que ilustren la teoría y la orientación en cada una de las etapas de elaboración del guión.

-El lenguaje cinematográfico tiene muchos elementos específicos pero ¿cuáles son las claves para hacer un buen guión?
-Las claves para hacer un buen guión, como para cualquier trabajo de escritura son la imaginación y la capacidad de trabajo. A eso hay que añadir la sensibilidad para descifrar las obras cinematográficas y los conocimientos específicos del modo de narración en imágenes. Si el talento no se puede enseñar (hay que traerlo de casa), la técnica sí y a ello va dirigido el curso.

-Hay muchas novelas, incluso obras de teatro, que se convierten en guión de cine, pero casi ninguna película se convierte en novela ¿por qué cree que sucede así?
-Cada vez es más frecuente que se novelicen las películas de éxito para prolongar el buen sabor de las buenas películas. Pero eso tiene más que ver con el negocio que con el arte. Aunque el discurso de la novela parezca la forma más natural y autosuficiente de lectura, el cine tiene su propio instrumento de relato en palabras que es el guión y de su lectura se desprende un placer que es diferente del de la proyección pero tan sofisticado o más que el de la lectura de novelas.

-Por experiencia, ¿qué buscan los alumnos del curso?
-Cada alumno es un mundo: más de los que quisiera buscan una manera fácil de obtener créditos y otros, simplemente, pasar el rato. Pero los mejores de ellos, que es a los que el curso va dirigido, buscan contar una historia que les golpea el cerebro y les mueve el corazón en la forma narrativa más característica de nuestro tiempo y nuestra cultura.

-¿Una buena película con un guión malo puede llegar a ser una buena película y al contrario?
-Contar en imágenes no es solamente concebir situaciones y escribir diálogos, se cuenta con todo: con los encuadres, con la luz, con la escenografía, con el rostro del actor, con la música. Así es perfectamente posible encontrar una buena película sin un gran guión y una mala película con un guión excelente.

-Una película que haya visto últimamente y haya pensado ¡qué buen guión!
-Yo pondría el énfasis en ese fenómeno relativamente nuevo que es la televisión hecha con criterios de investigación narrativa y dirigida a un público, de no importa qué edad y no menos exigente como el que llena las salas de proyección para ver las mejores películas: la revista Cahiers du cinema, en su edición francesa, le dedicaba no hace mucho un número: dramas como Mad Men, Band of Brothers, The Pacific, Boardwalk Empire, House, sátiras como Malcolm in the Middle, Los Simpson, Padre de Familia o Futurama...Hay tantas, afortunadamente para nosotros, los espectadores, que no habría espacio para citarlas todas.

 

Publicado en: Archivo con buena letra