Rodríguez de Fonseca publicó recientemente un libro titulado ‘Cómo escribir guiones para el cine y la televisión’ y ha sido guionista de series tan populares como ‘Aquí no hay quien viva’ o ‘Manos a la obra’, y hace poco también vino a contarlo a la Escuela de Escritura, dentro de los talleres de autor. En esta entrevista desvela algunos de sus secretos.

Rodríguez Fonseca es autor del libro 'Cómo escfribir guiones para el cine y la televisión'

-El guión es muy importante en cualquier película o serie de televisión...
-Es un tema que no se ha tocado mucho, sobre todo en España, y de hecho creo que mi libro es el primero específico que se publica en nuestro país. Pero creo que es de vital importancia porque un guión dialogado es el escaparate de una película. Cualquier película, por muy bien que esté dirigida y muy buena que sea a nivel técnico, con malos diálogos se va a pique. En este taller hemos tratado de explicar cómo llegan los diálogos al cine y ver cómo conviven en una película la imagen y la palabra para que esa convivencia sea fructífera y la película sea eficaz y consiga emocionar, que es de lo que se trata.

-¿Cuál es el objetivo de este taller?
-El arte de dialogar es muy difícil de enseñar.. Uno puede enseñar cómo se estructura una historia o cómo se construye un personaje, pero el arte de dialogar tiene mucho de intuitivo, de inspiración, de genialidad, de genio de quien lo hace, porque el diálogo va surgiendo a medida que vas creando. Es muy difícil de planificar y, en definitiva, es un arte. Hay mucha gente que hace diálogos muy buenos pero no sabe construir una historia y al contrario. De lo que se trata, más que nada, es de dar consejos sobre cómo dialogar, de cómo unir la palabra con la imagen, poniendo una serie de ejemplos cinematográficos para que los alumnos vean buenos ejemplos de cómo hay que dialogar.

-¿Cuáles son los ingredientes para que el guión salga redondo?
-Es fundamental tener detrás una buena historia, saber hacer una buena construcción y una buena secuencia de escenas, lo que se llama la escaleta; y si las escenas están bien trabajadas, bien cerradas, tienen claro su objetivo, lo tienes mucho más fácil a la hora de dialogar, porque ya sabes lo que tienes que hacer y cómo tienes que hacerlo, conoces a los personajes, los has puesto en situación... Y eso, aunque no seas un portento de inspiración, te ayuda mucho, tienes mucho camino recorrido para hacer un buen trabajo.

-En televisión un guión exige también que se esté muy en contacto con la actualidad
-Sí, los guiones de televisión exigen que estés muy cerca de la realidad, de la actualidad, un poco rondando lo banal, y no puedes profundizar mucho, y por eso lo más eficaz es dedicarte a la comedia. Porque en televisión dedicarse a asuntos serios, dado el formato y la forma que tiene de verse la televisión, de forma dispersa, es mucho más difícil.

-¿Y en guiones de televisión todo vale?. Por ejemplo, ¿vale que en una serie ambientada en el siglo XVII se utilicen expresiones actuales al hablar?
-El que manda es el público. A mí no me gusta, pero en televisión lo que manda es la audiencia y si a la audiencia le gusta, pues vale todo. Cuando un capítulo acaba, lo que hace todo el equipo es correr a ver los índices de audiencia. Ahora, con tener un 18 ó un 20, la serie funciona y no te planteas mucho más. Eso es así. Y, de alguna manera, el guionista también es un poco de peón de la cadena. Puede gustarnos más o más lo que hacemos, pero la decisión final es de la audiencia y de la cadena.

Publicado en: Archivo con buena letra