Cecilio López-Tercero, tras su rescate en Perú: ‘la espeleología es mi forma de vida’



Cecilio López-Tercero
estudió Biología en la UAH. Desde 1992 se dedica a su gran pasión, la espeleología. Pero esa pasión, de la que vive, ya que tiene una tienda especializada en esta disciplina, ha estado a punto de costarle la vida con el accidente sufrido en la cueva peruana de Intimachay, que le dejó inmovilizado durante 12 días, con una fractura incompleta de la vértebra lumbar tercera.

En esta entrevista cuenta su experiencia, al límite de la supervivencia pero llena de recompensas.

-¿Qué estudiaste en la UAH y qué recuerdos tienes de tu paso por las aulas de esta Universidad?

Fotos cedidas por la Federación Madrileña de Espeleología.

-Estudié Biología y tengo muy buenos recuerdos de esa época, tuve muy buenos compañeros y unos excelentes profesores. Lo peor de aquellos años fue la distancia que tenía que recorrer todos los días, pues yo vivía en un pueblo del sur de Madrid y los trayectos eran muy largos…

-¿Qué te atrae tanto de la espeleología?

-Lo que me apasiona es la posibilidad de explorar nuevos ambientes que nunca nadie ha visto, topografiar esas zonas y poco a poco dibujar el recorrido que vas descubriendo, solventando las dificultades que te va poniendo la cueva.

-Has vivido una experiencia extrema, tras tu accidente en la cueva peruana Intimachay. Cuéntanos brevemente qué ocurrió y por qué
-Estábamos explorando una cueva en una zona remota de los andes peruanos, en el norte de Perú. Es una cueva muy interesante, con mucho recorrido y por ahora bastante profunda. La cueva fue utilizada por un antiguo pueblo preinca en los primeros tramos. Durante varios días fuimos avanzando en la exploración, hasta los 400 metros de profundidad, pero el último día una gran roca de la que yo estaba colgado para bajar una vertical de 5 metros se rompió y caí al suelo fracturándome una vértebra. Desde entonces, tuve que permanecer allí tumbado hasta que fueron los equipos de rescate y acondicionaron la cueva para poder subirme en camilla.

-Cecilio, ¿en qué consistía la exploración que llevabais a cabo en la cueva?
-La cueva es muy importante, actualmente es la segunda más profunda de Perú y sigue sin explorarse por completo. Nuestro principal cometido era la exploración geográfica pero también iba con nosotros una arqueóloga para registrar todos los restos que íbamos encontrando para hacer un informe. Además, estuvimos recolectando fauna ‘troglobia’ –fauna adaptada a la vida en el interior de la cueva- porque es una zona donde no se ha estudiado este tipo de animales.

-¿Qué se le pasa por la cabeza a un espeleólogo experto en socorrismo cuando el accidentado es él y ocurre en una cavidad con difícil acceso y llena de dificultades?
-Creo que estaba más tranquilo porque conozco al equipo que me sacó y he hecho muchísimos simulacros y rescates con ellos. Desde el momento en que tuve el accidente yo sabía que mi rescate iba a tener mucha dificultad y era consciente de que iba a estar mucho tiempo allí. Quizás todo esto hizo que aguantara todos esos días de forma relajada.

-¿Qué pensabas durante todos estos días de aislamiento, dolor e incertidumbre?

-Yo estaba tranquilo porque sabía que iba a salir, pero mi principal preocupación era mi familia. Para una madre debe ser muy duro que le digan que su hijo está herido en una zona tan remota y que no saben cuándo saldrá de allí. Los peores días fueron los primeros porque durante este tiempo los dolores eran muy fuertes y no tenía medicación, pero al 5º día llegaron los sanitarios y me empezaron a suministrar medicación para el dolor.

-¿Cómo estás de salud y cuánto tardarás en recuperarte por completo?

-Ahora estoy bien pero voy a tardar mucho tiempo en recuperarme puesto que la vértebra estaba muy fragmentada. Tardaré un año en poder hacer algo de actividad.

-Imaginamos que estás deseando que ese día llegue para volver a la espeleología….
-Si, la gente se extraña de que después de mi experiencia tenga ganas de volver, pero la espeleología es mi forma de vida y no lo puedo evitar.

-Después de vivir una experiencia de este tipo, la vida se ve de otra manera…
-Creo que de este tipo de experiencia siempre hay que quedarse con los aspectos positivos y yo me quedo con la calidad de la gente que tengo a mi alrededor, que han sido capaces de dejar todo para ir a rescatarme. También estoy muy agradecido a toda la gente que ha aportado dinero para que me pudieran sacar. Si no hubiera sido por todos ellos yo estaría aún en la cueva.

Publicado en: Archivo antiguos alumnos