Un reconocimiento otorgado de forma unánime por el Claustro de la UAH ‘por ser uno de los grandes comunicadores de nuestro país, tal y como ha demostrado a lo largo de su brillante carrera, siendo una de las firmas más importantes del mundo de la cultura en España’.
Los vínculos de Forges con la Universidad de Alcalá se fraguaron hace décadas, ya que es uno de los impulsores del Instituto Quevedo del Humor, un proyecto que promueve la Fundación General de la UAH para el estudio, la difusión y la investigación del humor en todas sus facetas.
Este creador de reflexiones y palabras (‘bocata’ y ‘tocata’ son algunas de sus grandes aportaciones al lenguaje popular) habla en esta entrevista del homenaje que le dispensó la Universidad de Alcalá.

-Le vimos muy emocionado en el acto de investidura como Doctor Honoris Causa de la UAH…
-Es que produce mucha emoción y es muy impresionante subirse a la cátedra de la Complutense (y digo Complutense con toda propiedad, porque ya es hora de llamar a las cosas por su nombre) en la que han estado Nebrija, Lope de Vega, Tirso de Molina…. . Esta Universidad, además, ha formado a gente importantísima en su segunda etapa. Sobre todo, me ha sorprendido el listado de médicos prestigiosos que han estudiado en la Universidad de Alcalá. Por eso decidí, en parte, dedicar mi discurso al humor y la salud.

-Son dos cosas muy relacionadas y se sostienen mutuamente
-Hipócrates ya decía ‘a la hora de la cuestión médica, a veces, el no hacer nada, es una solución’. ¡No me digas que no es humorístico…! (dice riendo) Y también me ha llamado la atención que en la época de los griegos la salud era plena cuando los 4 humores del cuerpo estaban equilibrados: colérico, melancólico, sanguíneo y flemático. Por tanto, el equilibrio total del cuerpo, la salud total, es un humor primigenio que es la suma de los cuatro humores. Yo me pregunto, ¿no será la suma de esos cuatro humores lo que nosotros llamamos sentido del humor? Porque uno puede ser sarcástico, irónico o gracioso, incluso cuando está enfermo, pero el humor es plenitud.

-Los Doctores Honoris Causa adquieren un compromiso con la Universidad, pero usted ya lleva décadas comprometido con la UAH
-Yo solo digo que soy de la promoción de la mili siguiente a la del Cardenal Cisneros… Es cierto que la UAH, desde la época del rector Gala, ha apoyado al humor y a los humoristas gráficos, para alegría nuestra. La iniciativa del Instituto del Humor se fraguó hace mucho tiempo y ahora es una realidad, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, fundamentalmente porque necesitamos un apoyo de mecenazgo. Yo he jurado, he prometido y lo que haga falta, porque esa es mi predisposición hacia esta Universidad.

-Usted es un gran pensador, aunque lo niegue…
-Sí, lo de gran pensador será por el tamaño de mi cabeza. Porque ¿sabes cuánto mide mi birrete de Doctor Honoris Causa? ¡63 centímetros de circunferencia!

-Pero no me negará que sus personajes están llenos de ternura y eso, para los tiempos que corren, es de agradecer
-Para ser un humorista legal, en el sentido madrileño de la palabra, tienes que tener algunas cosas importantísimas pero lo primero es la compasión, es decir, tienes que ponerte en lugar del otro, de la persona a la que caricaturizas cuando haces el chiste. Si no hay compasión no hay humor, el humor siempre surge de la compasión.

-Pero la cosa no está para muchas risas…
-No, la cosa no está para que se ría mucha gente. Tenemos que exigir que se arregle el desfase absoluto y total que han traído los recortes a la sociedad española.

-Y a nivel político, en este momento, ¿cómo ven sus personajes la situación?
-La situación está, como decía un amigo mío, de silla y botijo. Es decir, que hay que sentarse y mirar a ver qué no hacen, porque lo están haciendo casi todo y mal.

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