Adela Cortina, honoris causa por la UAH: ‘Debería haber una asignatura de ética en cada grado'



Adela Cortina
es, como muchos la llaman, la gran dama de la filosofía en España. Se ha ganado este apelativo por defender la ética como concepto revolucionario, capaz de cambiar el todo y al individuo.

La UAH acaba de incluirla en su listado de doctores honoris causa, de la mano de Serafín Vega, profesor emérito de Filosofía de la Universidad de Alcalá, que pronunció su laudatio. Adela Cortina es catedrática de Ética y Filosofía Jurídica,

Momento de la investidura.
Moral y Política de la Universidad de Valencia, Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2007 y Premio Nacional de Ensayo 2014 por su obra ‘¿Para qué sirve realmente la ética?’ Además, dirige la Fundación para la Ética de los Negocios y las Organizaciones (ETNOR).

-Para la UAH es un honor incluirla en su lista de doctores honoris causa...Imaginamos que usted también está contenta con este reconocimiento.
-Por supuesto. Ser investida doctora honoris causa de una universidad es siempre un honor y una alegría, sobre todo, si goza de un prestigio como la de Alcalá. En ella estudiaron Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Tirso de Molina y Calderón de la Barca, entre otros escritores de la Edad de Oro; y también en ella se formaron políticos, hombres de Estado, humanistas y científicos, e incluso la primera doctora de la historia de España, y justamente en filosofía... No es extraño que sea Patrimonio de la Humanidad. Pero lo mejor es que el prestigio no acaba en un pasado glorioso, sino que goza de un enorme reconocimiento en el momento actual.

-Está bien que el ámbito universitario reconozca en su persona la importancia y el valor de la ética ¿También sería deseable que en las aulas de cualquier estudio se hablara de ética?
-A mi juicio debería haber una asignatura de ética en cada carrera, para que realmente formáramos profesionales y no solo técnicos. Los técnicos entienden de medios, pero no saben bien hacia qué metas han de orientarlos. Como bien decía Aristóteles, tan bien sabe fabricar venenos el que los utiliza para matar como el que los utiliza para sanar. El buen profesional pone los medios al servicio de las personas y cuida de la naturaleza. Pero para saber hacerlo es necesaria una asignatura en que se reflexione sobre ello.

-En estos albores del siglo XXI, profesora, ¿ética por qué y para qué?

-Para abrir las puertas a los refugiados que huyen de la guerra y a los inmigrantes que huyen de la miseria. Para comprometerse de verdad en acabar con el hambre y la pobreza extrema. Para buscar salidas al paro de los jóvenes y también de los mayores. Para frenar los desmanes del Estado Islámico. Para poner fin a la corrupción, a las mentiras generalizadas, pero también a la incompetencia. Para atajar el despilfarro e invertir los recursos en cosas tan necesarias como bienestar social, salud o educación. Para terminar con el expolio de la naturaleza. En resumen, para trabajar por la justicia y para conquistar solidariamente la libertad y la felicidad.¿Por qué? Porque las personas tienen dignidad y porque la naturaleza es valiosa.

-Usted acuñó el término 'aporofobia' como el rechazo que siente el ser humano hacia el pobre, hacia el débil. En estos días, en los que los inmigrantes se agolpan a las puertas de los países europeos huyendo de la pobreza y de la guerra y mueren por decenas en el mar cobra mucho sentido ese término...¿qué ha pasado con nuestra moralidad para que hayamos llegado a esta situación?
-Que una cosa son nuestras declaraciones y otra nuestras realizaciones. Hemos identificado felicidad y bienestar, y las exigencias de justicia de los inmigrantes, los refugiados y los pobres ponen en peligro nuestro cómodo bienestar.

-También dirige la Fundación ETNOR, destinada a insuflar ética en el ámbito empresarial. Háblenos de este proyecto, tan necesitado en un país como el nuestro.
-Nuestra Fundación para la Ética de los Negocios y las Organizaciones nació hace ya casi 25 años con cuatro convicciones, al menos: creer que empresa y ética son como aceite y agua es un error craso; una buena empresa es ética y una empresa inmoral es una mala empresa; la ética es rentable para la empresa en el medio y largo plazo y las sociedades necesitan buenas empresas que les proporciones bienes tangibles e intangibles.

Discurso de Adela Cortina en su investidura como doctora honoris causa