Elliott: "La diversidad enriquece y la unidad da fuerza. Es imprescindible encontrar el equilibrio"


El profesor Sir John Elliott, uno de los hispanistas más importantes, fue nombrado Doctor Honoris Causa por la UAH, coincidiendo con la celebración de la Annua Conmemoratio Cisneriana.

El historiador e hispanista Sir John Elliott, Doctor en Historia por la Universidad de Cambridge y profesor emérito de Historia Moderna de la Universidad de Oxford, se suma a la amplia lista de Doctores Honoris Causa de la UAH. El profesor recibió el Honoris coincidiendo con la Annua Conmemoratio Cisneriana, acto de homenaje al Cardenal Cisneros.

Los estudios de John Elliott se centran en la historia del mundo hispánico durante los siglos XVI y XVII. Además, es uno de los pocos historiadores que ha realizado estudios comparados de la región atlántica en aquella época (Europa, América Latina y Estados Unidos).

El profesor Sir John Elliott.


Sir John Elliott tuvo como padrino al profesor Jaime Contreras, quien lo propuso para el Doctorado Honoris Causa junto al profesor Pedro Pérez Herrero.

-Para la Universidad de Alcalá es un honor que haya aceptado el Honoris Causa, que le liga a una de las universidades europeas más antiguas y también más jóvenes, pero con el mismo interés por la excelencia docente e investigadora que en sus orígenes...
-Es para mí un enorme honor ser nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alcalá. Creo que es imprescindible adaptarse a un mundo cambiante, pero al mismo tiempo conservar todo lo mejor del pasado. Esto es lo que ha conseguido hacer la nueva antigua Universidad de Alcalá, y así es para mí motivo de gran satisfacción y orgullo ser admitido en su Claustro.

-Imaginamos que debe ser muy satisfactorio para alguien que ha dedicado toda su vida a profundizar en el conocimiento de la historia de España que dentro y fuera de nuestras fronteras se le reconozca como el gran hispanista contemporáneo
-No soy más que uno de los muchos investigadores extranjeros – ingleses, franceses, norteamericanos – que han dedicado gran parte de sus vidas a la exploración de la historia de España y de la civilización hispánica. La veo como una empresa colectiva en la cual cada uno, sea español o no-español, hace su propia contribución, y en la cual todos se apoyan mutuamente.

-Recientemente ha publicado ‘Haciendo historia’, un trabajo que aborda cómo ha evolucionado el estudio de la historia, una disciplina que, según sus propias palabras, nunca es definitiva. Háblenos de este libro
-Mi libro es un intento de examinar, a través de mi propia vida y publicaciones, los cambios en la historiografía en el curso de los sesenta años de mi vida como historiador profesional. En el primer capítulo, ‘¿Por qué España?’, hablo de mi primer encuentro con España en el año 1950, y explico las razones de mi creciente interés por su historia. En los siguientes capítulos tomo mis propias publicaciones como punto de partida para considerar los retos con los cuales el historiador se enfrenta al tratar temas como historia nacional, biografía política, historia del arte o historia comparada del tipo que intenté escribir en 'Imperios del mundo atlántico', mi estudio de los imperios de España y Gran Bretaña en América. Termino con unas consideraciones sobre el estado actual de la historiografía y de las oportunidades y los peligros que trae consigo la digitalización.

-Usted decidió centrar su actividad investigadora en los siglos XVI y XVII españoles mirando un cuadro de Velázquez en el que el Conde Duque de Olivares, a lomos de su caballo, mostraba toda su arrogancia y su poder... ¿Cómo le mira ahora, después de dedicar casi sesenta años de su vida a la investigación de este período apasionante de la historia española?
-Sigo viéndole como una figura trágica, que llegó al poder con grandes esperanzas para frenar la decadencia que, en su opinión y la de otros, amenazaba su país y la Monarquía española, pero al final fracasó; en parte, sin duda, por sus propios defectos, pero mucho más por los enormes problemas a los que se enfrentaba España al intentar adaptarse a un mundo en transición.

-Es muy curioso, pero ese dicho de que estamos condenados a repetir la historia, parece que se cumple nuevamente. España, Europa, viven en estos momentos una gran encrucijada, vuelven a estar “en el vértice entre la grandeza y la decadencia”. La plata vuelve a ‘emigrar’ hacia China y el equilibrio territorial y económico se balancea de nuevo hacia Oriente....
-Es verdad que hasta cierto punto la historia suele repetirse, pero nunca se repite exactamente. Distintas épocas llevan consigo distintos retos, y es importante evitar falsos paralelismos. Al mismo tiempo, los estadistas necesitan un sentido histórico para no caer en las trampas del pasado e igualmente para reconocer que no sirven fórmulas simplistas derivadas de las supuestas ‘lecciones‘ de la historia.

-Y ya, a nivel interno, España no sólo se convulsiona por la crisis económica, también por el afianzamiento de los movimientos nacionalistas. Usted ha dicho hace pocos días que los jóvenes catalanes están aprendiendo una historia falsa. La crisis económica vuelve a hacer que miremos hacia adentro y nos centremos en nuestras diferencias más que en lo que nos une...
-La diversidad enriquece y la unidad da fuerza. Es imprescindible encontrar un equilibrio entre los dos.

-En realidad, Profesor, ¿España es diferente?
-Cada país es diferente. Lo importante es intentar entender y explicar las diferencias sin, por otro lado, exagerarlas, lo que ha pasado demasiado al estudiar la historia de España.

Discurso de sir John Elliott en el acto de investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Alcalá

Breve entrevista (puede activar los subtítulos en la barra inferior del vídeo)