Un acercamiento a las Constituciones de 1510



La profesora titular de Historia Medieval de la UAH y directora del Centro Internacional de Estudios Históricos Cisneros, Dolores Cabañas, es la encargada de ofrecer la conferencia en el solemne acto de apertura del curso académico en la UAH, bajo el título ‘La vida de los colegiales de Alcalá a través de las Constituciones de 1510”.

En esta entrevista Cabañas desgrana qué significaron las Constituciones de 1510, cuyo manuscrito se conserva en la Sección de Universidades del Archivo Histórico Nacional, siendo el más antiguo de los que se redactaron en el siglo XVI. Este año se conmemora el 500 aniversario de la promulgación de las Constituciones, y la UAH lo celebra con la publicación de una traducción al castellano de este documento, fundamental en la historia de esta Universidad.

Dolores Cabañas ofrece este año la conferencia en el acto inaugural del curso académico.


-Profesora, ¿qué son las Constituciones de 1510?
-Las Constituciones de 1510 son el texto legal más importante de la nueva institución. Se regulan todos los aspectos relativos a la organización, funcionamiento y estudios; la vida académica había echado a andar en 1508, con lo cual podemos decir que hay un período preconstitucional en el que la Universidad funcionó con un estatuto provisional, pero es el 22 de enero, en la capilla de San Ildefonso, y en presencia del propio Cisneros, cuando se promulgan.
En las Constituciones hay 72 títulos en los que se regulan todos los asuntos relacionados con la comunidad universitaria y en los que se reflejan los derechos y deberes de todos sus miembros. Todas las normas eran de obligado cumplimiento, y todos los miembros del Colegio-Universidad tenían el deber de conocerlas para cumplirlas y respetarlas y, de hecho, en el título 72 se disponía que una copia del manuscrito original estuviera en la biblioteca, disponible para todos. Asimismo, tenían que leerse en el refectorio a la hora de la comida y de la cena, tras el inicio del curso.

-¿Qué significa la promulgación de las Constituciones para el entonces Colegio-Universidad de San Ildefonso?
-Hay que destacar que la promulgación solemne de las Constituciones supone el momento en el que la Universidad adquirió personalidad jurídica propia, lo que la capacitaba para regular mediante normas su propio funcionamiento interno y definir su propia personalidad de cara al exterior. Es el momento en que la institución se convierte en ‘universitas’, es decir, en comunidad universitaria. En las Constituciones se describían y regulaban todos los aspectos académicos y no académicos y es, digamos, el armazón legal de la institución.

-¿El modelo de Cisneros incorpora alguna novedad?
-El modelo de Cisneros es el modelo colegial defendido por otros prelados reformistas, preocupados como él por elevar el nivel cultural del clero y de los jóvenes de Castilla. Cisneros aboga porque la pobreza no sea un obstáculo para que el que quiera estudiar y valga para ello, estudie, de ahí la dotación de becas en régimen de internado.
El modelo de Cisneros se inspira en el que existía en el Colegio de Bolonia y en los Colegios Mayores de Salamanca, pero en el caso de Alcalá de Henares, el Colegio es en sí la Universidad. El Colegio es el centro desde el que se dirige y se regulan todos los aspectos que rigen en la institución. El Colegio es la organización de la Universidad: el Colegio Mayor era el núcleo principal de todo el entramado educativo y de él dependían los Colegios Menores o de Pobres, en los que vivían y seguían enseñanzas los estudiantes.
Cisneros, en definitiva, diseñó un gran centro de cultura en donde se enseñara a los mejores y el agobio económico no fuera una constante y en el que los más inteligentes tuvieran acceso a una formación superior, sin tener en cuenta su situación económica ni su extracción social.

-¿Qué queda del modelo cisneriano?
-Queda, yo creo, la idea de Cisneros de hacer en Alcalá de Henares un centro cultural y educativo de primer orden... Somos, también, herederos de los ritos, de las ceremonias, de la concepción de los grados... y en tratar de estar a la cabeza en las nuevas corrientes del conocimiento, porque Alcalá de Henares fue desde el principio un centro esencial en el estudio de las lenguas y en la introducción de las nuevas corrientes filosóficas.