Una paradoja, pues sólo el 13% del agua que se consume en España es aquella que gastan los hogares, el porcentaje restante es aquel que invierte, sobre todo, la agricultura. Muchos se preguntarán por qué es necesario tener tan presente el derroche de agua en nuestras casas si sólo ahorraremos sobre un 13% del total. Eloy García Calvo, director de IMDEA-Agua, nos explica la importancia de este hecho: “tenemos que ahorrar porque el agua que dejamos salir del grifo es de una calidad excepcional, que ha tenido un tratamiento, un consumo de recursos, y se va a mezclar con agua de alcantarilla de malísima calidad y que necesitaremos nuevos recursos y energía para reutilizarla”.
García Calvo actualmente es catedrático de Ingeniería Química de la UAH y desde 2006 dirige el Instituto IMDEA-Agua, un proyecto que ha permitido trasladar la gestión de aguas de la comunidad de Madrid a Alcalá de Henares y a ser regentado por profesores de la Universidad de Alcalá. En apenas un mes y medio IMDEA-Agua tendrá su sede provisional en las dependencias del Parque Científico Tecnológico. Desde que se aprobara el proyecto en enero de 2006 se ha estado trabajando de forma virtual pero no será hasta dentro de tres años, si los trámites burocráticos y administrativos circulan con celeridad, cuando el Instituto posea un edificio propio, moderno y de características bioclimáticas; muy adecuado a los tiempos que corren.
El objetivo del Instituto, según Eloy García Calvo, es la adquisición de masa crítica proveniente de diferentes ámbitos (medicina, geología, química, economía…), pues necesita de la multidisciplinariedad para llevar a cabo una investigación a gran escala y compleja, tan compleja como lo son los problemas de la sociedad en que vivimos. Trabajará con empresas e instituciones públicas y privadas que colaborarán en esta labor investigadora y aportarán soluciones a los problemas relacionados con el agua. García Calvo afirma que su intención es “trabajar en temas que puedan ser nuevos en investigación como la presencia de microcontaminantes o contaminantes emergentes –aquellos que han pasado a serlo y antes no lo eran- y como lo que se conoce como agua virtual, esto es ¿qué cantidad de agua se necesita para fabricar una hoja de papel o un kilogramo de carne de vacuno?”
Debemos desterrar la idea de que las grandes empresas son los agentes que mayores perjuicios ocasionan. Ellas no tienen toda la responsabilidad, todos depositamos nuestro granito de arena en lo que a contaminación hídrica se refiere. Unos en mayor media, otros en menor medida, pero no hay un único y exclusivo culpable, por eso es cuestión de todos y cada uno el tener presente la importancia que tiene el agua para nuestras vidas y para nuestros sucesores. Y es que en eso consiste el uso sostenible, en saber gestionar los recursos para no hipotecarnos en el futuro.

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