Golpes de calor, ¿qué son y cómo prevenirlos?



El verano ha entrado de lleno y con él las noticias que alertan sobre los golpes de calor. En España los termómetros superan con frecuencia los 40º en los meses estivales, temperatura ‘límite’ a partir de la cual, el ser humano es más propenso a padecer estos ‘shocks’. En esta entrevista, el doctor Lorenzo Sánchez, profesor asociado de la UAH, explica por qué se producen los golpes de calor y cómo prevenirlos.

-¿Qué es un golpe de calor, qué lo produce y a partir de qué temperatura ambiente tenemos que estar alerta?

Lorenzo Sánchez.
- El golpe de calor es un cuadro clínico que, en esencia, es la manifestación más grave del aumento de la temperatura corporal. Los seres humanos, como seres ‘homeotermos’, es decir, que mantenemos una temperatura corporal constante a pesar de la temperatura exterior. Esto es así porque contamos con unos mecanismos de defensa que consisten en perder calor o disminuir la producción del mismo cuando estamos en ambientes calurosos y, en el caso contrario, en generar calor y evitar la pérdida del mismo cuando nos sometemos a temperaturas frías.
En el golpe de calor se pierden precisamente estos mecanismos de defensa. De hecho la persona con golpe de calor además de tener temperaturas superiores a 40º (Hipertermia), no suda, porque se ha perdido ese mecanismo de perder calor que es la sudoración. El centro termoregulador que tenemos en nuestro cerebro ‘se rompe’ y en ese caso el hombre se convierte en un ser ‘poiquilotermo’, es decir adquiere la temperatura del exterior, como ocurre a los reptiles.

-¿Los síntomas son iguales en todas las personas?, ¿cuáles son los indicios que nos pueden avisar de que estamos empezando a sufrir un golpe de calor?
-En primer lugar, el golpe de calor se da en situaciones en las que existe un aumento de la temperatura exterior, generalmente superior a 40º. A pesar de que existen grupos de riesgo fácilmente identificables, como son los niños, los ancianos, los pacientes que presentan patologías crónicas (a nivel respiratorio, cardiovascular, neurológico, diabetes) y los que reciben determinados tratamientos, son frecuentes también los golpes de calor en personas aparentemente sanas que realizan tareas intensas, al aire libre o actividades deportivas.
Los síntomas iniciales son sed intensa, sensación de calor asfixiante, cansancio mayor de lo normal, malestar de estómago, náuseas, sensación de mareo… Lógicamente si el cuadro persiste, aparecen más manifestaciones neurológicas que pueden llevar incluso al coma.

-¿Cómo actuar si lo sufrimos?

-La prioridad es intentar bajar la temperatura del cuerpo de la persona afectada, con hielo o con un baño en agua fría; ofrecer agua fresca (o incluso agua con una cucharadita de sal) -siempre que la persona mantenga la conciencia-, trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado y, sobre todo, no friccionar la piel con alcohol ni dar medicamentos para bajar la fiebre. Por supuesto, hay que contactar lo antes posible con los dispositivos de emergencias.

-¿A partir de qué temperatura nuestro organismo se puede resentir?
-No es igual en todas las personas y el ambiente también puede variar, porque interviene no solo la temperatura en sí, sino el grado de humedad, la presencia de viento, la exposición prolongada al sol....

-¿Qué sufre un ser humano antes, una hipotermia o una hipertermia?
-Es cierto que la hipertermia es mucho más ‘mediática’, digamos, pero en nuestro país, al menos, se mueren muchas más personas de hipotermia en invierno que de hipertermia en verano.

-Denos algunos consejos para prevenir un golpe de calor
-Es muy conveniente mantenerse hidratado constantemente bebiendo agua u otros líquidos y evitar las bebidas alcohólicas, el café, el té o las bebidas muy azucaradas. También es importante permanecer en lugares frescos o a la sombra y utilizar ropa ligera y de colores claros, que atrae menos el sol, calzado fresco que permita la transpiración y sombreros. En casa, es recomendable bajar las persianas y cerrar ventanas para evitar que entre el sol, especialmente en las horas de mayor temperatura. Es aconsejable asimismo comer de forma ligera, con ensaladas, frutas, verduras o zumos. Y para los deportistas, es muy importante no hacer ejercicio al aire libre en las horas de mayor temperatura, generalmente desde las 12 del mediodía hasta las cinco de la tarde.