Economía colaborativa: una nueva forma de negocio



Las plataformas tecnológicas de economía colaborativa han llegado para quedarse y crecen cada día. Pero ¿tienen futuro, están haciendo competencia desleal, sustituirán a sectores económicos muy consolidados...?

En esta entrevista hablan de este modelo de relación y colaboración económica dos expertos de la UAH: el profesor titular José Luis Crespo, miembro de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa e investigador del IAES y el profesor contratado doctor Fernando Giner.

-Profesor Giner, ¿qué es la economía colaborativa?
-Negocios de red, de relación o de colaboración. Estos son totalmente nuevos. Surgen a raíz de 2004, con la creación de Facebook y las plataformas sociales. Aquí el emprendedor no se inmiscuye en el contenido del negocio, su negocio está en construir una plataforma TIC, accesible por internet, que soporte el intercambio de la relación entre la población que puede prestar el servicio y aquellos que quieren ‘usar’ ese servicio. Esta economía está en auge y ha venido para quedarse y más dentro de un contexto de economía low cost. Hay quien afirma (Jeremy Rifkin en ‘La sociedad de coste marginal cero’) que viene a cambiar totalmente el sentido y el proceder del capitalismo tal como lo conocemos. El negocio, el emprendimiento, lo realiza quien construye la plataforma tecnológica para facilitar el intercambio y cobra una comisión a una de las partes o a las dos por el hecho de facilitar dicho intercambio. Sin las TIC actuales no hubiera sido posible esta nueva economía que, según algunos estudios, ya supone el 17% de los movimientos económicos. Posiblemente el negocio de mayor éxito de este tipo sea la plataforma ‘airbnb’, de intercambio de pernoctaciones, que ya mueve más clientes que la cadena de hoteles Hilton, sin tener una sola habitación de hotel en propiedad.

-Profesor Crespo, el objetivo último es que los bienes y servicios cuesten más baratos ¿cuáles son los sectores donde está teniendo más éxito la economía colaborativa?
-La razón del éxito de las plataformas digitales de economía o consumo colaborativo es el ahorro de costes o, en otras palabras, los menores precios que deben pagar los consumidores o usuarios finales al ponerse en contacto directamente con otras personas o empresas que puede satisfacer su demanda de bienes o servicios. Este contacto directo reduce, entre otros, los costes de intermediación, distribución, de uso de un servicio o de utilización de un bien. Al tiempo, otro factor que permite esta reducción de los precios es el aumento de oferentes, lo que aumenta la competencia y la cantidad de lo ofertado.
Prácticamente su potencial puede alcanzar a todo el conjunto de actividades económicas que dan lugar, en alguna medida, a un intercambio. Por ejemplo, actividades que supongan compartir el uso de un servicio o un bien pero no su propiedad: es el caso de la utilización compartida de un vehículo en un desplazamiento o de determinados utensilios de relativo alto cote y bajo uso. También en aquella situaciones en las que el intercambio da lugar a transmisión de la propiedad, bien porque se entrega el bien gratuitamente, se hace un trueque o se establece un precio negociable según la demanda. También, y cada vez con mayor importancia, están aquellos sectores en los que el intercambio es de bienes intangibles, como son los conocimientos de las personas, la prestación de servicios profesionales o, incluso, el tiempo libre. Junto a los anteriores, no hay que olvidar al sector financiero, en donde la irrupción de las llamadas ‘Fintech’ que potencialmente pueden prestar servicios financieros casi de todo tipo (por ejemplo, medios de pago, préstamos P2P, crowdfounding, trading, etc…) están revolucionando el futuro del sector.

-Profesor Crespo, hay miles de plataformas electrónicas donde se intercambia todo, ¿es un boom o esto llega para quedarse?
-Plataformas digitales en donde puedan realizarse todos los tipos de intercambios que hemos comentado, o todos aquellos a los que no hemos hecho referencia, o incluso a aquellos intercambios que hoy todavía no nos podemos imaginar, estoy seguro que seguirán existiendo. También será natural que el mercado actúe y se produzca un proceso de selección natural y muchas desaparezcan, algunas se consolidarán (al menos temporalmente) y muchas otras irán creándose y desapareciendo. El sano proceso de ‘destrucción creativa’ de las empresas es imprescindible que también se dé en este caso.

-En la era del postdesarrollo de la economía de libre mercado surge la era de la economía compartida, ¿esto nos lleva a nuevas formas de emprender, a nuevos nichos de empleo?
-Profesor Crespo: En todo caso, no veo que exista una contradicción o un contrapunto entre el actual desarrollo de la economía de libre mercado (que parece que precisa de una mayor liberalización en actividades comerciales y de servicios para que mejore la competencia y, por ende, la eficiencia y competitividad) y la economía compartida o colaborativa. Muy al contrario, la economía colaborativa es, en mi opinión, un paso hacia delante en la libertad de mercado propiciado por el avance tecnológico que, en la medida que reduce costes a los usuarios, aumenta su bienestar económico, sobre todo en una época en la que los niveles de vida de la población han empeorado y muchas familias sufren de forma muy severa el drama del desempleo o de la escasez de recursos.
Es imprescindible que surjan nuevos emprendedores con nuevas ideas para un mayor desarrollo de la economía colaborativa. Tienen que ser emprendedores que dominen el entorno digital y comprendan las características y actitudes hacia el consumo y el uso de la tecnología de los usuarios a los que se dirijan los ‘productos de intercambio’ que diseñen y la plataforma sobre la que se opere. Sin duda, existe un importante nicho de empleo para aquellos emprendedores que con creatividad y afán innovador tengan los conocimientos informáticos necesarios para crear y aprovechar las oportunidades que se vayan pudiendo plantear en el mundo digital en que estamos.

-Pero también está amenazando con aniquilar otros sectores de la economía y se habla de competencia desleal
-Profesor Giner: No está amenazando con nada. Simplemente en la sociedad del conocimiento y de la información aparecen otras formas de hacer las cosas. Se encuentran nuevas soluciones para problemas viejos (desplazarse, aprender, pernoctar…). Todos aquellos que estaban confortablemente instalados en la sociedad industrial (los taxistas, los hoteleros, los editores, los periódicos y tantos y tantos sectores) tendrán que espabilar o morir. Es ley de vida del progreso económico y tecnológico. Si se recuerda, hace algo más de 100 años ya el mundo vivió otra gran convulsión, que fue el nacimiento de la sociedad industrial. ¿Qué tuvieron que hacer todos aquellos miles de peones del campo cuando vieron aparecer las máquinas agrícolas? Pues migrar a las fábricas, es decir, aprender a manejar las nuevas máquinas. La sociedad industrial no se estabilizó hasta 1950, con el final de II Guerra Mundial. La sociedad del conocimiento y de la información ¿cuándo se estabilizará? Pues nadie lo sabe muy bien. Estudios afirman que en torno a 2040. Mientras tanto, a vivir cambios permanentes y a ponerse las pilas para poder ser competitivos y productivos en un tipo de sociedad dominado por la TIC y la robótica.
No hay que dramatizar. La economía colaborativa es una nueva forma de interactuar de los agentes económicos, esta vez apoyados por un nuevo factor que son las TIC. Eso sí, esta nueva economía llamada colaborativa y las otras formas de producir y comercializar, todas ellas apoyadas en las TIC, la robótica y la inteligencia artificial, tienen efectos negativos para el empleo (más o menos 200 millones en el mundo sin empleo) al menos a corto plazo y son muy exigentes, en conocimientos y actitudes, con todos aquellos que buscan un empleo. Pero nadie le puede poner puertas al campo. No se le pudo poner puertas al campo a la revolución industrial ni a las miles de huelgas y quemas de máquinas, y tampoco se le puede poner puertas a esta nueva revolución, la del conocimiento y la información, totalmente dominada por las TIC,s.