#RedPingüiNO, una iniciativa de la UAH para concienciar y prevenir la transmisión del COVID-19

A través de un sencillo reto, su objetivo es conseguir no tocarnos la cara, una de las principales formas de contagio. De acuerdo con las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el distanciamiento social, el lavado de manos frecuente y evitar tocarse la cara son medidas fundamentales de prevención del contagio del COVID-19. Ahora que las restricciones de confinamiento van a ir disminuyendo, aún serán más importantes.

Una de las conductas más extendidas, de la que no siempre somos conscientes y que cuesta modificar, es tocarse la cara. Muchos son los recursos de divulgación a los que hemos tenido acceso, en estas semanas, sobre el lavado de manos correcto y cómo adquirir este hábito.

En cambio, no existen programas o estrategias de acompañamiento para reducir o evitar el contacto de las manos con la boca, nariz y ojos, puertas de entrada del virus al organismo. Según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, el 80% de las infecciones se contagian a través de las manos, al tocarnos las zonas mucosas de la cara.

Marta Arévalo y Pablo Sotoca, profesores de la Universidad de Alcalá en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, junto con Cristina Díaz y Patricia García, dos AlumniUAH voluntarias de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, han puesto en marcha esta iniciativa bautizada como #RedPingüiNO. Esta red tiene como objetivo modificar una conducta tan extendida como es tocarnos la cara ante la urgencia en la prevención del COVID-19. Esta iniciativa ha sido respaldada por el Grupo de Investigación MOVE y la Unidad de Salud de la UAH.

 RedPingüiNO interior

#RedPingüiNO busca promover el aprendizaje, la autorregulación y la mejora del control de hábitos para conseguir la automatización de nuevos comportamientos a modo de juego, con un gran componente de diversión. La idea es entender los principales mecanismos y factores que nos llevan a tocarnos la cara para tratar de modificar este comportamiento.

Asociar una onomatopeya a las veces que tocamos la cara o contar hasta diez antes de hacerlo y buscar un pañuelo limpio cuando notamos picor o dolor, pueden ser ejemplos de estos ejercicios. Este juego contribuirá a darnos cuenta de la frecuencia con la que nos tocamos la cara para tratar de reducirlo cada día.

#UAH #UAHunida

#YoMeQuedoEnCasa #StayHome

#COVID19

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