Profesores de la UAH han descubierto la fecha en que se realizaron las pinturas funerarias de los hipogeos del Marne

El equipo de investigadores formado por los profesores del Área de Prehistoria de la Universidad de Alcalá: Primitiva Bueno, Rosa María Barroso y Rodrigo de Balbín, han descubierto que las pinturas funerarias de los hipogeos de la zona del Marne, en Francia, son de entre 2.800 y 2.600 años antes de nuestra era.

La revista Archaeological and Anthropological Sciences publica que es la primera vez, desde que se descubrieron estas tumbas hace más de un siglo, que se ha dado a conocer la primera fecha C14 de las pinturas de la tumba 21 de la necrópolis de Les Ronces, que forma parte de los llamados hipogeos del Marne, al norte del país galo. Estos son un conjunto de tumbas excavadas en el suelo con accesos en rampa o escaleras. Tienen pequeñas entradas talladas a las cámaras que han sido excavadas en la roca donde se depositaba a los muertos junto con los objetos que les acompañaban: adornos, vasijas, hachas pulimentadas, láminas y puntas de flecha de sílex. Uno de esos objetos fue pintado después de haber sido grabado y es esa pintura, hecha con carbón, la que ha sido ahora datada.

Los investigadores afirman que 'este descubrimiento supone la confirmación a su hipótesis de que la pintura formó parte de los escenarios funerarios en toda Europa. En el interior de dólmenes e hipogeos, grabados, pinturas y esculturas conformaban discursos funerarios. Desde el V milenio hasta los monumentos del III, como éste, una larga tradición de embellecimiento de las paredes revela creencias de ultratumba. Estas imágenes son una forma de fijar historias orales en torno a la muerte'. 

Además, gracias a la colaboración de la profesora Rut-Ann Armitage, catedrática de Química de la Eastern Michigan University, y su equipo, se ha permitido la aplicación de un novedoso protocolo para eliminar los barnices con los que la pintura fue tratada en los años 70 para su conservación. La investigación ha contado, además, con el apoyo del actual director del proyecto arqueológico, Rémi Martineau, de la Universidad de Bourgogne; y de Fernando Carrera Ramírez, especialista en conservación y restauración de la Universidad de Vigo.

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