‘Minicasas’ para alojar refugiados: un proyecto innovador impulsado por exalumnos de Arquitectura de la UAH

‘In my Backyard’ (IMBY, 'En mi jardín') es un proyecto nacido de la creatividad de cuatro arquitectos formados en la Universidad de Alcalá (Hani Jaber Ávila, Héctor Muñoz Mendoza, Nacho Taus Jiménez y Ricardo Mayor Luque), fundadores del estudio DAT Pangea -Design of Architectural Territories Pangea-.

Minicasa
Minicasa

El proyecto recibió el primer premio de honor del concurso para soluciones de vivienda destinadas a inmigrantes ‘From border to home’, organizado por el Museo de Arquitectura finlandés, y ha sido expuesto en la Bienal de Arquitectura de Venecia del 2016.

De la mano de Quatorze, una asociación francesa de arquitectura social, los arquitectos de DAT Pangea han ideado una pequeña casa ecológica (de menos de 20 metros cuadrados) que puede montarse en pocos días en el jardín de alguien que se preste voluntario a ejercer de anfitrión de una persona inmigrante. La ‘minicasa’ permite al propietario alojar a una o dos personas y a la vez preservar su intimidad. La casita cuenta con cocina, baño, ‘wc’, espacio donde dormir en un altillo y otro espacio abajo para la convivencia, que hace las veces de comedor y sala de estar. Para la construcción de la casa se utilizan materiales ecológicos que garantizan un gran confort térmico. La estructura es de madera, el aislamiento se hace con cartón y el revestimiento de la madera sigue la técnica japonesa de la madera quemada.

El proyecto ha podido hacerse realidad gracias a la financiación colaborativa. Sus impulsores consiguieron recaudar 20.000 euros a través de ‘crowfunding’, y la primera ‘minicasa’ tiene además ya un jardín donde instalarse: en Montreuil, una ciudad de la región de París. El proceso de montaje será también absolutamente innovador: tendrá lugar del 14 al 23 de octubre, y DAT Pangea y Quatorze, junto con la asociación alemana de OpenState, invitarán a refugiados y a inmigrantes residentes en Francia y Alemania, junto con ciudadanos a participar en el mismo: toda una oportunidad para aprender fórmulas de construcción, pero también para que los inmigrantes conozcan mejor la cultura en la que viven, entren en contacto con distintas personas  y puedan integrase en sus países de acogida.

DAT Pangea también ha presentado IMBY  junto con los Ateneus de Fabricació de Barcelona en una convocatoria llamada ‘The FabLinkage’, organizada por la embajada italiana para unir ‘fablabs’ y ‘makers’ de España e Italia.

 

Minicasa
Minicasa

 

El primer prototipo de IMBY fue construido en dos semanas (en 120 horas laborales) en el FabLabTechshop-AtelierLeroyMerlin en París. Los ‘fablabs’ y ‘makerspaces’ son espacios equipados con máquinas y profesionales en alta tecnología que abren sus puertas a ciudadanos para que den rienda suelta a la creatividad y a la innovación. Una de las principales funciones de estos espacios coincide con uno de los aspectos siempre muy presentes en todos los proyectos de DAT Pangea desde sus comienzos: el empoderamiento ciudadano para construir soluciones significativas y de valor a problemas actuales, promoviendo la inclusión social, política y económica. El proyecto fue seleccionado y expuesto en junio de 2017 en el MakerFaire de Barcelona, y ya trabajan en un prototipo para exponer en el próximo MakerFaire Rome en diciembre 2017.

Para Ricardo Mayor Luque, uno de los fundadores de DAT Pangea, la importancia del proyecto Tiny House IMBY y su primera construcción en París, es ver cómo, en respuesta a estos últimos años de crisis en la arquitectura, el proyecto arquitectónico y el papel del arquitecto pueden abordar asuntos sociales, económicos y políticos mediante soluciones de diseño: ‘territorios donde, recordando los métodos de trabajo del ingeniero francés Jean Prouvé, se trabaja el método de producción, el modelo económico y la integración social en paralelo al diseño arquitectónico’. Para DAT Pangea, dice Ricardo Mayor, ‘los siguientes pasos serán encontrarnos con fundaciones y ONGs que busquen nuevas alternativas a los nuevos retos del mundo global del S XXI’.

No es la primera vez que el trabajo de estos exestudiantes de la Escuela de Arquitectura recibe un reconocimiento internacional: en 2015 ganaron el segundo premio internacional LafargeHolcimAwards para jóvenes arquitectos, celebrado en Nueva York y en el que competían estudios de todo el mundo. Previamente habían ganado el certamen a nivel europeo, lo que les permitió acudir al concurso global.

 

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