Las personas sin hogar valoran más negativamente su imagen que el resto de la sociedad

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Alcalá, la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Chile indica que las personas sin techo creen que la población domiciliada tiene una imagen peor de su grupo que la que esta población dice que tiene, lo que puede tener consecuencias negativas en sus procesos de inclusión social.

Este trabajo proporciona información sobre los estereotipos y meta-estereotipos más negativos y generalizados de las personas sin hogar, así como algunas características de los individuos que usan los más perjudiciales para su proceso de inclusión.

Los meta-estereotipos (la percepción que el grupo objeto de estudio tiene sobre los estereotipos que se tienen de ellos) de las personas sin hogar tienen un contenido más negativo y menos indulgente que los estereotipos sobre esta comunidad. Las personas sin hogar creen que la población domiciliada tiene una imagen peor de su grupo que la que esta población dice que tiene, lo que puede tener consecuencias negativas en sus procesos de inclusión social.

Limitar las oportunidades de cambiar su situación

El estudio señala que las creencias negativas de un colectivo acerca de cómo es percibido por el grupo externo pueden influir en cómo los miembros del colectivo perciben al grupo externo y, por lo tanto, afectar significativamente el contacto del primero con éste. Asimismo, los meta-estereotipos desfavorables muy uniformes pueden tener una influencia negativa en la imagen que las personas sin techo tienen de sí mismas, lo que podría limitar sus oportunidades de cambiar su situación.

La investigación, cuyos resultados se publican en la revista Journal of community psychology, se ha realizado en Madrid sobre dos grupos distintos: una muestra de 188 personas sin hogar y un grupo de 180 ciudadanos sin riesgo de exclusión social (“domiciliadas”) a los que se les preguntó sobre sobre su grado de conformidad con 57 afirmaciones sobre las personas sin hogar (“no tienen familia”, “son pesimistas”, “son peligrosos” “son como cualquier otra persona”, “son libres”, “son consumidores de alcohol”, “son víctimas de las circunstancias”, etc.).

Los resultados obtenidos muestran que los estereotipos que maneja la población domiciliada sobre las personas sin hogar y los meta-estereotipos tienen principalmente contenido negativo (reflejo de una imagen negativa) o indulgente (reflejo de una imagen ambivalente; a pesar de presentar características negativas, tienen una perspectiva condescendiente y tolerante, que en cierta medida considera a estas personas como víctimas de las circunstancias, afectadas por la situación en la que se encuentran), con muy pocos contenidos positivos (reflejando una imagen positiva).

Los estereotipos son también notablemente uniformes, aunque variables como la edad y, en menor medida, la nacionalidad, parecen tener alguna influencia en su contenido: las personas domiciliadas de nacionalidad española y los individuos de más edad manejan en mayor medida estereotipos negativos e indulgentes.

En ambos grupos la evitación del contacto puede conducir a atribuciones diferentes en cuanto a las razones por las que los miembros del grupo no desean iniciar estos contactos, reforzando los estereotipos y meta-estereotipos negativos previamente existentes y frenando los procesos de inclusión social de las personas sin hogar.

Diseñar estrategias de intervención

Los datos obtenidos en este estudio pueden ser útiles en el diseño de estrategias de intervención dirigidas a trabajar sobre estereotipos y meta-estereotipos de grupos vulnerables y de exclusión social. Los autores apuntan que si los estereotipos indulgentes de las personas domiciliadas influyen en el contenido de los meta-estereotipos de las personas sin hogar, entonces podría haber una mejora en su autoimagen, lo que podría llevar a contactos más frecuentes y positivos entre los dos grupos.

La información y la sensibilización de las circunstancias y características de las personas sin hogar, así como una mejora en la cantidad y el tipo de contactos entre ellas y las personas domiciliadas, podría conducir a un cambio en el contenido de estereotipos y meta-estereotipos, con beneficios potencialmente positivos para las personas sin hogar.

Ref. bibliográfica: José Juan Vázquez (UAH), Sonia Panadero (UCM) y Claudia Zúñiga (U. de Chile). “Content and uniformity of stereotypes and meta-stereotypes homeless people in Madrid (Spain)”. Journal of community psycology, Vol. 45, No. 1, 128–137 (2017). DOI: 10.1002/jcop.21836

Publicado en: Actualidad