En las Hoces de Beteta, hace unos 126 millones de años había lagos y llanuras de inundación repletas de peces, anfibios, tortugas, cocodrilos y dinosaurios. Un ecosistema completamente distinto al actual que se está haciendo visible gracias a las investigaciones llevadas a cabo por investigadores como Manuel Segura y Fernando Barroso, de la UAH, y que prueban también la conexión geográfica que existía en aquel momento entre Eurasia y Norteamérica.
En esta tercera edición de las Jornadas Paleontológicas de Beteta 2019, que continuarán el día 24, en el Ayuntamiento de Beteta, se han programado una serie de actividades de divulgación destinada a los escolares, que realizarán talleres intereactivos relacionados con la paleontología y el mundo de los dinosaurios.
Por las tardes, además, se ofrecerán conferencias dedicadas a todos los públicos sobre la geología de los yacimientos, los fósiles y flora del Cretácico y sobre la limpieza y restauración de muestras.