Estas dos nuevas certificaciones, según Carlos Báez, director de Servicios Generales, muestran ‘el compromiso que una Institución, como la Universidad, adquiere al implantar sistemas de gestión de la calidad de sus servicios  basados en la mejora continua, en la evaluación del desempeño -lo que lleva implícito un alto grado de implicación de todo el personal-, formulando objetivos y realizando de forma continua acciones de medición, de revisión y de seguimiento y control, y demuestra a la comunidad y su entorno su compromiso con la transparencia y la mejora de la calidad de los servicios que presta’.

Las nuevas certificaciones suman en el afán de convertir a la UAH en un ‘un elemento diferenciador sobre el resto de los competidores y refuerza nuestra imagen ante usuarios y proveedores de servicios’, añade.

Desde hace muchos años, pero sobre todo desde la publicación de la Declaración de Política Ambiental aprobada por el Consejo de Gobierno en 2004, la UAH desarrolla proyectos relacionados con la gestión eficaz de desarrollo sostenible, con la reducción del impacto que producen sus actividades sobre el medioambiente y con acciones de mejora encaminadas a reducir y eliminar dicho impacto ambiental gracias a la implantación de políticas y programas de eficiencia energéticas. Todo ello, encaminado a reducir el gasto energético, a la vez que calcula y disminuye, mediante el conocimiento de su huella de carbono, tanto las emisiones de CO2 como las de otros gases de efecto invernadero. ‘Para llevar a cabo todos estos cometidos, resultó imprescindible implantar un Sistema de Gestión ambiental que ahora ha sido auditado y certificado según la Norma ISO 14001:2015’, señala el director de Servicios Generales.

Otro apartado, no menos importante, en el que lleva años trabajando la Universidad, es en el establecimiento de un sistema que promueva la mejora continua de la gestión energética. Racionalizar el consumo y promover un nivel creciente de eficiencia en la utilización de los recursos energéticos, unido al fomento de energía renovables y a la gestión de los equipos e instalaciones bajo criterios de minimización del consumo energético, a la vez que se maximiza su eficiencia, es lo que pretende la implantación de un sistema de Gestión de la Energía conforme a la norma ISO 50001 que se acaba de implementar y certificar. ‘De momento se ha podido certificar una parte importante de este área, como es la iluminación de los tres campus de la Universidad, -explica Báez- pero esperamos poder ir incorporando progresivamente la climatización e instalaciones de energía eléctrica, así  como introducir en las licitaciones de contratación y compras de productos criterios exigentes de alta eficiencia energética’.

Este tipo de proyectos no pueden llevarse a cabo si no es de un modo colectivo y transversal y el éxito en la obtención de las calificaciones, como recuerda el responsable, ‘es fruto del esfuerzo y compromiso de toda la comunidad universitaria y también de la necesaria colaboración de contratas y proveedores de productos y servicios. Es casi imposible que la prestación de un servicio donde se implican tantas voluntades no resulte de calidad excelente’.

Siempre hacia adelante con la calidad como meta
La actividad de Servicios Generales no cesa. En estos momentos están volcados en la mejora de los servicios que se prestan a los investigadores  y personal de los laboratorios. ‘Por una parte, estamos intentando poner en marcha las acciones necesarias sobre las instalaciones relacionadas con el suministro de gases envasados y nitrógeno líquido de los laboratorios, para mejorar los sistemas de detección de fugas de gases tóxicos, colaborando con los servicios responsables en la mejora y seguridad de las instalaciones’. También se están supervisando las instalaciones para la distribución de estos gases, eliminando botellas del interior de los edificios y centralizando los servicios que pueden prestarse sobre la adquisición, formas de suministro  y almacenamiento de productos químicos. Por otra parte, Servicios Generales sigue desarrollando políticas de movilidad, introduciendo criterios más sostenibles, no solo manteniendo los puntos de carga de vehículos eléctricos, sino ofertando también puntos de carga de gas vehicular. El paso siguiente será la transformación de la flota de vehículos de la UAH que circula por el campus y también la de las empresas concesionarias y contratas que realizan servicios de forma estable en los edificios de la UAH.

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