La exposición 'Miguel Gila, miliciano del humor', abre hoy en la Fábrica del Humor

La muestra está producida por el IQH cuando se cumplen los 100 años de su nacimiento y cuenta con la colaboración de la Asociación Frente Viñetista y del blog miguelgila.com. Se inagura hoy en la Fábrica del Humor y permanecerá abierta hasta el día 28 de julio.

 

La exposición exhibe obras del propio Miguel Gila junto a las obras de homenaje que han realizado autores como Nani, Siro, Turcios, Idígoras y Pachi, Gallego y Rey o Fer, entre otros. Estrenada en el mes de marzo en Santander, recala ahora en Alcalá de Henares para recordar a esta importante figura del humor.

Nacido en Madrid en 1919, Miguel Gila fue siempre una persona comprometida. A los 17 años se alistó voluntariamente como miliciano para defender la democracia en la II República. Sufrió un fusilamiento fallido en la Guerra Civil Española, porque como él diría “nos fusilaron mal”, pasó por el campo de prisioneros de Valsequillo y las cárceles de Yeserías, Santa Rita (Carabanchel) y Torrijos, en la que coincidió con Miguel Hernández.

Su vida artística como humorista gráfico comenzó en Zamora. Sus primeros dibujos se publicaron a partir de 1944 en revistas como Maravillas de Flechas y Pelayos, Cucú, Hola o Imperio. También publicó en la revista universitaria salmantina llamada, en honor a la obra de Hesíodo, ‘Trabajos y Días’. En 1946 ya le encontramos dibujando en ‘La Codorniz’.

En los años cincuenta, publica en Don José, Can Can o Selecciones de Humor del DDT y, a finales de la década, crea en México, con Rius, la publicación La Gallina. En los setenta, comienza a publicar en Hermano Lobo, llegando a decir: “Hermano Lobo fue para mí una resurrección, iba a hacer lo que más me gusta, el humor gráfico”.

Como cómico dio sus primeros pasos en su regreso a Madrid, en 1951. Tuvo tanto éxito que durante el programa radiofónico 'La Hora de Gila' se paraba el país. Fue tal el éxito que hasta las autoridades gubernativas de la época dieron la orden de que se adelantara media hora su emisión para no perjudicar la proyección en los cines del No-Do.

Tras vivir exiliado en Argentina durante más de 20 años, regresó a la España democrática, a mediados de los años 1980. Vino acompañado de su querido teléfono, con el que nos mostró de nuevo la estupidez y sinrazón de la guerra que ya había plasmado en multitud de sus viñetas. El éxito continuó y recibió numerosos premios, entre ellos el Gat Perich en 1999, premio que le emocionó al ser un galardón otorgado en nombre de su gran amigo El Perich.

Fallecido en 2001, Gila estuvo dibujando hasta los últimos días para El Periódico en una divertida sección llamada 'Encuentros en la tercera edad'.

 

 

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