José Antonio Portilla.

El primero de ellos, el máster de Ingeniería de Telecomunicación, habilita para ejercer esta profesión e incluye las especializaciones en Tecnologías Espaciales y de Defensa y Sistemas Inteligentes de Transporte.

El máster en Ingeniería Industrial habilita para el ejercicio de la profesión y oferta las especializaciones en Robótica y Percepción y Generación y distribución inteligente de energía.

Algunas aclaraciones necesarias, de la mano del director de la Escuela Politécnica Superior de la UAH, Antonio Portilla: los estudiantes que emprenden estudios de Telecomunicación o Industriales tienen que tener claro que solo el máster les habilita con la titulación superior de ingenieros. ‘Si los estudiantes quieren ser ingenieros, tienen que estudiar el máster, porque el grado equivale a lo que antes del Plan Bolonia era una ingeniería técnica. Y la única manera es la realización de estos dos másteres, que están regulados por una orden ministerial. Otro tipo de másteres específicos son muy positivos para disponer de conocimientos avanzados en determinadas tecnologías, pero solo estos proporcionan la categoría profesional  de ingenieros’.

Portilla recuerda que tanto Telecomunicaciones como Industriales son profesiones consolidadas, con una larga historia previa y que, invariablemente, seguirán vigentes durante otro siglo, ‘porque están conceptualmente definidas como el núcleo de una tecnología en continuo cambio’

Los dos másteres habilitantes de la EPS disponen del Sello Europeo de Calidad Internacional Eur-Ace, que acredita que cumplen de manera excelente con las exigencias profesionales de la ingeniería. ‘El sello garantiza una formación de la máxima calidad en cuanto a los contenidos y la preparación de nuestros estudiantes para su desarrollo profesional y también posibilita que estén en condiciones equivalentes a los mejores egresados de toda Europa, por lo que es fácil la movilidad laboral de alto nivel y el acceso a empresas internacionales de primer orden’.

Estas titulaciones son un aval para trabajar en todas las ramas relacionadas con el ámbito de conocimiento de las telecomunicaciones y la industria. ‘Eso hace que los que titulan en nuestros másteres tengan una visión global del mercado, una enorme capacidad de adaptación, sea cual sea el tipo de empresa a la que accedan’.

Una última matización: cada vez son más las empresas supranacionales y nacionales que exigen la titulación de ingenieros, por lo que Portilla hace un llamamiento a la reflexión de los estudiantes de las ramas de telecomunicación e industriales en el sentido de que, aunque el acceso al empleo no sea un problema incluso antes de finalizar el grado, deben pensar a medio plazo y plantearse que vale la pena el ‘sacrificio’ de continuar su formación académica para obtener el máster habilitante. ‘Estamos hablando de sectores en los que no existe desempleo y es complicado animar a un graduado con empleo a que siga estudiando porque eso será mejor para su futuro a medio plazo, a nivel salarial, a nivel de proyección profesional y de perspectivas laborales, puesto que se observa una tendencia al alza de empresas que reclaman este tipo de perfil profesional y debemos dar respuesta a esa demanda’.

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